Internacional

Sarkozy: «Vuelvo al servicio de la causa»

Nicolas Sarkozy, aclamado en su reaparición para «salvar» a su partido de la ruina

Sarkozy, aclamado en su reaparición pública
Sarkozy, aclamado en su reaparición públicalarazon

PARÍS - Desde los altos dirigentes del partido al comité de bienvenida formado por más de un centenar de simpatizantes, todo estaba ayer perfectamente organizado para acoger la excepcional visita de Sarkozy a la UMP. Incluida la nube de medios de comunicación que acostumbraba a seguirle en sus tiempos de presidente. Desde 2007 no participaba en una Ejecutiva de su formación, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), y ayer fue recibido como un salvador.

Las finanzas del partido están al rojo vivo tras la invalidación de las cuentas de la última campaña electoral y la retirada de la ayuda pública. Sarkozy es, en buena parte, responsable de los once millones de euros que han venido a agravar el déficit de la UMP, pero también es el mejor reclamo publicitario para animar a los simpatizantes de la derecha a que metan la mano en el bolsillo. Se necesitan donativos para compensar la millonaria deuda y el ex presidente confirmó ayer que pondrá su popularidad «al servicio de la causa». La petición a través de las redes sociales funciona: ya se habrían recaudado más de cuatro millones, en contribuciones por internet y también en promesas de cheques.

Pese a haber perdido las elecciones presidenciales y todas las locales celebradas durante su mandato, y situar al partido al borde del abismo financiero, Sarkozy sigue siendo el guía del centro-derecha. Las ovaciones prodigadas por los participantes a la reunión de urgencia lo atestiguaban. Sin embargo, esta fugaz aparición no es, aseguró el ex mandatario, su regreso a la vida política. «El día que retome la palabra será para hablar de Francia a los franceses», dijo como arranque a un discurso a puerta cerrada que se «retransmitió» casi simultáneamente a través de su cuenta de Twitter, aletargada desde la derrota del 6 de mayo de 2012, y que ayer se reactivó para la ocasión. Prueba evidente de que aún no ha elegido su momento para volver por la puerta grande, pero tampoco quiere cortar lazos con los franceses y, quizá, futuros votantes.

De hecho, en su discurso apenas abordó las críticas cuentas del partido, que a finales de mes debe afrontar un vencimiento de esos once millones. Ni tampoco se planteó el debate sobre la sanción que la UMP prefiere pagar – cuatro millones anuales– por no respetar la paridad en sus candidatos a las legislativas y que contribuye a hundir aún más las finanzas.

«Sarko» no pudo evitar entrar en política, y entre un cierto paternalismo y un tono redentor, acabó casi dictando a los suyos, con la sutileza retórica que le caracteriza, la «hoja de ruta» para los próximos meses. Instándoles a permanecer unidos tras las luchas intestinas por el poder, «porque dividirse es debilitarse», y a «preservar el ideal europeo», en un mensaje apenas velado de cara a las futuras elecciones europeas.

Sin embargo, tras asomarse ayer a la ventana pública, aseguró que regresará a la sombra para seguir su camino desde «la distancia, la reflexión, la escucha y la paz que necesito después de años de tanta exposición». Sin duda, para poder elegir mejor momento, y más glorioso, para su regreso que el revés infligido por el Consejo Constitucional a la gestión de su campaña. En clave interna, el ex presidente demostró que sigue siendo el patrón del partido: para un 67% de los simpatizantes sigue siendo el mejor candidato para 2017, por delante de François Fillon y Jean-François Copé.