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Sri Lanka

Sri Lanka señala a un grupo islamista local como autor de la masacre

Las autoridades responsabilizan al grupo yihadista local National Thowheed Jamath de la matanza. Escándalo en el país tras saberse que la policía tenía desde hace dos semanas un informe que alertaba de un ataque contra iglesias cristianas

Interior de la iglesia de San Sebastián tras los ataques en Colombia, Sri Lanka
Interior de la iglesia de San Sebastián tras los ataques en Colombia, Sri Lankalarazon

La organización Unificación de las Mezquitas habría actuado con la ayuda de grupos internacionales. Escándalo en el país tras saberse que la policía tenía desde hace dos semanas un informe que alertaba de un ataque contra iglesias cristianas

El Gobierno de Sri Lanka informó hoy de que varios atacantes suicidas se inmolaron en los atentados en serie durante el Domingo de Resurrección en tres iglesias y tres hoteles de lujo en el país y causaron cerca de 300 muertos y 500 heridos. El ministro de Salud de Sri Lanka, Rajitha Senaratne, cree que los ataques habrían sido perpetrados por un grupo islamista local llamado National Thowheed Jamath (NTJ), traducido como Unificación de las Mezquitas.

La mayoría fueron ataques suicidas. En base a eso estamos llevando a cabo redadas y arrestos y también se han identificado y realizado redadas en sus lugares de entrenamiento”, dijo en una rueda de prensa en Colombo el ministro de Salud, Rajtha Senraratne. Hasta este momento, se han detenido al menos a 24 personas.

Adelantó que las investigaciones apuntan a que los devastadores ataques pudieron ser planificados con la ayuda de una red internacional, teniendo en cuenta el entrenamiento de los atacantes, y el uso de explosivos de tal magnitud.

“No creemos que una organización pequeña de este país pueda hacer todo esto. Estamos investigando el apoyo internacional y otros vínculos”, dijo el ministro, al tiempo que se preguntó: “¿cómo se formaron los atacantes suicidas? ¿cómo se produjeron bombas como esas?”.

El escándalo estalló ayer después de que se supiera que las autoridades tenían un informe en el que se alertaba de la posibilidad de ataques así en iglesias. Según el periódico The Washington Post , dos funcionarios de Sri Lanka facilitaron un informe policial fechado el 11 de abril en el que se advertía de la posibilidad de uno o dos posibles ataques suicidas de un grupo extremista contra iglesias católicas. En este informe aparecían los nombres de varios de sus militantes, incluido su líder, un tal Mohamed Zaharan.

El primer ministro, Ranil Wickremesinghe, reconoció anoche que «la información estaba ahí» y ha prometido llevar a cabo una investigación para saber si los servicios de Inteligencia han cometido algún tipo de negligencia.

Al menos 32 extranjeros, incluidos varios estadounidenses, se encuentran entre los fallecidos por los atentados de este domingo y treinta más están hospitalizados. En Sri Lanka la población cristiana representa el 7,4 %, mientras que los budistas son el 70,2%, los hinduistas el 12,6 % y los musulmanes el 9,7 %, según datos del censo de 2011.

Atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó, según datos de la ONU, más de 40.000 civiles muertos.

La serie de ataques comenzaron ayer de forma simultánea hacia las 08.45 hora local (02.45 GMT), con potentes explosiones en tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y una tercera en la oriental ciudad de Batticaloa.

Las explosiones continuaron horas después con una séptima detonación en un pequeño hotel situado a unos cien metros del zoo de Dehiwala, a una decena de kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo.

Las autoridades locales vincularon las dos últimas explosiones, en las que murieron cinco personas, entre ellas tres policías, con el posible intento de huida de terroristas implicados en los atentados. Una veintena de sospechosos han sido detenidos por estos ataques, que aún no han sido reivindicados.

Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Colombo ha advertido de que “grupos terroristas” continúan preparando ataques en Sri Lanka. La embajada estadounidense señala como posibles objetivos de estos ataques espacios turísticos, centros de transporte, mercados, centros comerciales, instalaciones del gobierno, hoteles, clubes, restaurantes, lugares de culto, parques, eventos deportivos y culturales importantes, instituciones educativas, y aeropuertos.