Steinbrück confía aún en los indecisos

A diferencia de los multitudinarios mítines de Angela Merkel, Peer Steinbrück prefiere dirigirse a los ciudadanos en los denominados «Klartext», pequeños encuentros en los que micrófono en mano el candidato socialdemócrata «habla claro y sin rodeos» de su programa. Así lo hizo ayer en Hanóver para convencer a los indecisos: «Quiero decir a quienes aún se están preguntando si van a votar o no, que yo les estaría agradecido de que ejercieran ese derecho. Mi primera petición es que vayan a votar». «Me dirijo a aquellos de entre vosotros que pensáis que este país no debe ser administrado, sino que debe renovar la política. Y es por eso que os pido vuestra confianza», aseguró Steinbrück, consciente de que un resultado ajustado puede convertir al SPD en socio de una Gran Coalición con Merkel. Previamente, en otro acto electoral en Fráncfort, el cabeza de cartel socialdemócrata había insistido en la responsabilidad que tiene Alemania en Europa para auxiliar a los países del Sur. «Hubo un tiempo en que otros nos ayudaron a nosotros y eso se llamó Plan Marshall», dijo en una velada crítica a la política europea de Merkel. «Nuestros vecinos, poco después de haber sufrido la ocupación nazi, nos permitieron participar desde el comienzo en la integración de Europa», recordó. Sin embargo, el momento más aplaudido fue cuando prometió que si llega a canciller, hará que «los bancos contribuyan a pagar la crisis que ellos mismos han generado». «Merkel y la CDU han tratado de que en esta campaña no se hable de política y que la gente piense sólo en asuntos secundarios, pero entre nosotros hay diferencias», dijo antes de enumerar las claves de su programa: un salario mínimo de 8,5 euros a la hora, una pensión básica de 850, alquileres razonables e impulso de las energías limpias. Asimismo, prometió subir los impuestos al «5% por ciento a los más ricos» para invertir más dinero en educación, infraestructuras públicas y en la reducción de la deuda de los municipios.