Reformas en Cuba
Temor a que EE UU deje de lado a los disidentes
¿Y ahora qué? Los cubanos se preguntan adónde les llevará el cambio político afianzado el viernes con la presencia del secretario de Estado, John Kerry, en la reapertura de la embajada de EE UU en Cuba. En la disidencia las voces son discordantes, como lo han sido durante tantos años. El pasado viernes Kerry se reunió con un pequeño grupo de opositores en La Habana en la residencia de su embajador. Algunos de ellos se mostraron en general satisfechos del encuentro, en el que expusieron sus inquietudes sobre los derechos humanos en la isla. «Estamos muy contentos», dijo a Efe Héctor Maseda, ex preso político del «Grupo de los 75» opositores que fueron encarcelados en la ola represiva de la «Primavera negra» de 2003. En la cita estuvieron presentes Maseda, José Daniel Ferrer, Marta Beatriz Roque, Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar, Miriam Leiva, Manuel Cuesta Morúa, Oscar Elías Biscet y Dagoberto Valdés, entre otros. Aunque fueron invitados al encuentro, la líder del grupo opositor Damas de Blanco, Berta Soler, y Antonio González-Rodiles, director del foro crítico Estado de Sats, decidieron no acudir y criticaron la decisión de no invitar a ningún disidente a la ceremonia oficial. Soler dijo ayer a LA RAZÓN en conversación telefónica que le hubiera gustado escuchar en boca de Kerry una petición «para que cese la represión y para que se respeten los derechos de Cuba». El mismo día que Kerry contemplaba el izado de la bandera norteamericana, un centenar de disidentes cubanos –algunos muy críticos con la nueva política de Obama hacia Cuba– se reunía en Puerto Rico para discutir el nuevo escenario. Preguntado por este periódico, el opositor cubano Roberto Jesús de Guerra mostró su preocupación ante la posibilidad de que el Gobierno estadounidense deje de lado a la oposición cubana, a la que tanto ha mimado en el pasado, en aras de estrechar lazos con el régimen de Raúl Castro: «En los últimos meses han disminuido las invitaciones de diplomáticos norteamericanos a disidentes cubanos dentro de la isla. También ha pasado lo mismo con los de la Unión Europea. Existe el temor de que el enfoque economicista olvide el tema de los derechos humanos». Otros opositores contactados durante esta semana alertaron de que el número de detenciones de disidentes ha aumentado en los últimos siete meses, después de que Obama y Castro anunciaran el inicio de un proceso de acercamiento. Desde Miami, una parte del exilio abomina del deshielo diplomático: «El mensaje que da el acto de ayer es que Estados Unidos acepta la dictadura como un forma de Gobierno legítimo», dijo a Efe Rey Anthony, portavoz de la Fundación Cuba Libre, grupo estudiantil que organizó una protesta contra el Gobierno de Obama por la normalización de relaciones con el cubano. Por su parte, la bloguera cubana Yoani Sánchez aseguró sentirse «satisfecha» por el compromiso de Kerry de seguir revisando el tema de los derechos humanos en Cuba.
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