Roma

Tres monjas italianas son asesinadas en su convento en Burundi

La diócesis de Parma, a la que pertenecían las tres religiosas indicó que todo «parece fue un trágico intento de robo por parte de una persona con problemas mentales»

Tres monjas italianas fueron asesinadas en el interior de su convento en la localidad de Kamenge, en Burundi, informó hoy el Ministerio de Exteriores italiano.

La diócesis de Parma, a la que pertenecían las tres religiosas, informó en su página web de la muerte de las religiosas e indicó que todo "parece fue un trágico intento de robo por parte de una persona con problemas mentales".

Según los medios italianos que citan fuentes de la policía de Burundi, el agresor es un joven que huyó del convento sin haber robado nada y tras haber apuñalado a dos de las monjas, mientras que la otra fue golpeada con una piedra.

En un principio se dio noticia de la muerte de dos misioneras, mientras que Exteriores italiano comunicó hoy que existe una tercera víctima.

Por el momento se informó sólo de la identidad de dos de las misioneras asesinadas, pertenecientes a la orden de María Saveriana, Lucia Pulici, de 75 años y Olga Raschietti, de 83 años, que trabajaban desde hace años en esta localidad africana.

La ministra de Exteriores italiana, Federica Mogherini, expresó su dolor por la muerte de las misioneras tras confirmar la noticia, así como el obispo de Parma, Enrico Solmi, también presentó su pésame a la familia y la orden de las misioneras.

El papa expresó hoy su "tristeza"por la muerte de las tres religiosas italianas asesinadas el pasado fin de semana en el interior de su convento en el norte de la capital de Burundi, Buyumbura.

El pésame del pontífice fue transmitido mediante una carta que el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolín, remitió al obispo de Bujumbura, Evariste Ngoyagoye, y a la superiora general de las Misioneras Javerianas, sor Ines Frizza.

"El santo padre pide al Señor que acoja en su morada de paz y de luz a estas tres religiosas fieles y entregadas (...) En esta trágica circunstancia expresa su cercanía a la comunidad religiosa a la que pertenecen, a las familias de las víctimas y a la entera comunidad diocesana", reza la misiva.

Además añadió que el obispo de Roma, "como prenda de consuelo", les envía "de todo corazón", una "afectuosa bendición apostólica".

Las víctimas son Bernadetta Bogianni, Lucia Pulici y Olga Raschietti, tres monjas ancianas que desempeñaban su servicio pastoral en la parroquia de San Guido María Conforti en Buyumbura (oeste de Burundi).

La diócesis de Parma, a la que pertenecían las tres religiosas, informó en su página de internet del suceso e indicó que todo parece apuntar a que se trató de "un trágico intento de robo por parte de una persona con problemas mentales".

Según los medios italianos, que citan como fuentes a las autoridades de Burundi, las monjas fueron violadas y apuñaladas y una de ellas decapitada.