Defensa
Ucrania planea llevar la guerra a Rusia con su nuevo misil de largo alcance "Flamingo FP-5"
Tiene una ojiva de 1.150 kilos y es capaz de impactar a menos de 14 metros del objetivo
Mientras los drones y misiles rusos continúan atacando Ucrania y Moscú demuestra su negativa a pausar la guerra, Ucrania espera que sus propios ataques de largo alcance contra el territorio enemigo puedan eventualmente obligar a Vladimir Putin a sentarse a la mesa de negociaciones.
Centros ferroviarios clave, refinerías de petróleo y oleoductos, así como importantes empresas de producción militar, son blanco de los drones ucranianos, decenas de los cuales recorren cientos, o en algunos casos miles, de kilómetros en territorio ruso cada noche.
Equipados con entre 40 y 60 kg de explosivos, vuelan relativamente despacio, pero a menudo logran evadir las defensas aéreas del vasto país. El daño que causan es limitado, pero varias refinerías de petróleo rusas clave están actualmente en reparación, lo que ha generado pérdidas de cientos de millones de dólares y colas en las estaciones de servicio en Rusia.
La eficiencia de estos ataques está creciendo, con Ucrania acumulando experiencia y apoyándose en la cooperación con empresas extranjeras. Según estimaciones del ejército ucraniano, los daños causados solo en 2025 podrían alcanzar el 4% del PIB ruso.
Sin embargo, Kyiv espera que sean los misiles, mucho más potentes, los que transformen su campaña implacable para llevar la guerra al suelo ruso. El año pasado, el presidente Zelenski anunció varios híbridos entre drones y misiles, y el país también está produciendo y utilizando varios tipos de misiles de crucero, además de trabajar en su propio misil balístico.
Por ahora, el misil “Flamingo” FP-5 parece ser el candidato más prometedor. Su existencia fue revelada esta semana por varios medios ucranianos y extranjeros, incluida la agencia AP. Zelenski confirmó el miércoles que, con un alcance de al menos 3.000 km, es actualmente “el misil más exitoso” que tiene Ucrania, capaz de volar mucho más lejos que la mayoría de sus drones. Advirtió contra revelar más detalles antes de que Ucrania tuviera “cientos de estos misiles”, señalando que su producción en masa está prevista para comenzar este invierno.
Según su fabricante, Fire Point, el misil lleva una ojiva de 1.150 kg y es capaz de impactar con gran precisión, impactando a menos de 14 metros de su objetivo. Su peso estimado de 6 toneladas lo hace difícil de ocultar ante las defensas aéreas enemigas, pero los materiales utilizados en su producción intentan contrarrestar esto, explica la consultoría militar ucraniana Defense Express. Lanzado desde tierra, no requiere preparaciones prolongadas, lo que es crucial dado que los drones rusos están volando más lejos en territorio ucraniano.
El alcance del misil convierte a toda la parte europea de Rusia, el corazón de su economía, en un objetivo, ya que el potente misil podrá destruir la mayoría de las refinerías de petróleo y empresas militares rusas. Para que esto ocurra, Ucrania necesita producir cientos de misiles al mes, lo que está dentro de las proyecciones de la compañía.
La revelación del misil no es casual, ya que coincide con la visita de Volodimir Zelenski a Washington y los esfuerzos frenéticos de Donald Trump por hacer funcionar la diplomacia. Esta potente herramienta para atacar a Rusia es una de las cartas que Kyiv espera mostrar a Trump, tras sus dudas públicas sobre las posibilidades de Ucrania en el campo de batalla. “Ucrania demuestra que no tiene intención de rendirse y que tiene las herramientas para infligir dolor a Rusia, atacando tan lejos como los Urales o Siberia”, argumenta Oleksandr Kovalenko, analista militar de Odesa.
El misil podría convertirse en la mejor “garantía de seguridad” que Ucrania puede tener, escribe Fabian Hoffmann, un experto en misiles noruego. Si Ucrania logra acumular varios miles de estos misiles, capaces de destruir el 25% de la economía rusa, Putin nunca volverá a atacar, asegura.
Un ejército ucraniano fuerte debe ser la primera capa de las “garantías de seguridad” en las que sus socios extranjeros están trabajando actualmente, dijo el viernes el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, durante su visita no anunciada a Kyiv. En su reunión con Zelenski, Rutte también confirmó el compromiso de varios países para dar pasos adicionales que garanticen que Rusia no vuelva a atacar a Ucrania una vez que se alcance la paz.
Por su parte, Zelenski dijo que por ahora no está claro qué compromisos están dispuestos a asumir los aliados. El presidente ucraniano pidió garantías “como las del Artículo 5 del Tratado de la OTAN, que son garantías muy eficientes”, y afirmó que este “es el resultado que tenemos que alcanzar” en las negociaciones que están teniendo lugar.
Ucrania se unirá a la Alianza en algún momento, reiteró Rutte, aunque la oposición de algunos países, especialmente Estados Unidos y Hungría, lo hace imposible por ahora. Confirmó que Estados Unidos está participando en el proceso de acordar “las garantías” contra Rusia, lo que Ucrania considera una señal alentadora.