Perú
Un ex banquero para frenar al fujimorismo
El neoliberal Kuczynski será el rival en la segunda vuelta de Fujimori, que confirma su amplio apoyo
Perú tendrá un Gobierno conservador. Ésa es la principal conclusión de la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebrada el domingo con el 82,6% escrutado. La clara favorita durante la campaña, Keiko Fujimori (Fuerza Popular), confirmó su ventaja obteniendo un 39,55%, un apoyo varios puntos superior al que arrojaban las encuestas previas. Mientras, el ex banquero Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por el Kambio, PPK) se impuso finalmente en el segundo puesto con un 22,11%, más de seis puntos por encima de la joven izquierdista Verónika Mendoza, que alcanzó un empate técnico con PPK en los últimos sondeos, pero que finalmente se quedó a las puertas, con el 18,27%.
Fujimori, de 40 años, celebró con entusiasmo unos resultados mejores de lo esperado que la acercan a una presidencia que se le escapó en 2011. Esta vez, a tenor del apoyo en la primera vuelta, el margen para la victoria es más holgado. «El nuevo mapa político demuestra que Perú quiere la reconciliación, no quiere más peleas», pronunció en un tono conciliador. Su oponente, a sus 77 años, también se mostró eufórico con los primeros resultados y, a pesar de pedir prudencia, envió un mensaje consciente de la tarea que le espera para aglutinar el respaldo del anti fujimorismo: «Vamos a trabajar duro para incluir a los más alejados. No queremos un país hostil sino uno que viva en armonía», aseveró.
Ambos aspirantes a la presidencia se vieron salpicados por los «Papeles de Panamá». Ambos también encarnan a la derecha, aunque claramente dispar: Keiko, populista, representa la tendencia autoritaria y clientelista heredada de su padre, el ex presidente encarcelado Alberto Fujimori (1990-2000). Su rival, la versión económica del neoliberalismo ortodoxo y tecnocrática. Kuczynski fue ex ministro de Energía y Minas durante el Gobierno de Fernando Belaúnde Terry (1980-1985). En su etapa de Gobierno, PPK impulsó una ley para la explotación minera que favorecía las exoneraciones tributarias a las empresas petroleras extranjeras. Una muestra de su apuesta económica basada en fomentar la inversión foránea, combinada con una amplia experiencia en el manejo de la administración pública.
Volvió a la escena política durante el Gobierno de Alejandro Toledo, nombrado ministro de Economía en 2001, cartera que abandonaría apenas un año después forzado por el aumento de las protestas en Arequipa contra la privatización de empresas eléctricas. Paradójicamente, en esa región del sur del país, salió vencedor en los comicios de anteayer. Sus contrincantes le han calificado de «lobbysta» por haber beneficiado a los intereses privados cuando ocupaba cargos públicos.
Hijo de médico judío alemán y madre franco-suiza, también ha sido tildado de «gringo criollo» por su nacionalidad norteamericana, a la que dijo haber renunciado de manera definitiva el pasado año después de que en 2011 dejara el trámite sin culminar. En ese país, Estados Unidos, se refugió durante la década de los setenta para evitar su detención. Formado en economía en las universidades de Oxford (Inglaterra) y Princeton (Estados Unidos), el PPK se presenta como adalid de las recetas neoliberales y a su vez demuestra un ávido pragmatismo político. En 2011, tras quedar en tercer lugar en la primera vuelta, apoyó la candidatura de Keiko. «¿Quién acabó con el terrorismo? ¿Quién acabó con la hiperinflación? Yo no olvido y ustedes tampoco (...) Queremos una economía estable... ¡y Keiko sí puede!», clamó en un mitin de la candidata elogiando la gestión de su padre.
En esta campaña, en cambio, Kuczynski atacó a su oponente por ese pasado que cuatro años atrás había alabado. «El pueblo peruano desconoce qué cosa hizo ella (Keiko Fujimori), pues todos conocemos que sólo recibió el legado de su padre», aseguró en una entrevista. Unas críticas que subirán de tono en los próximos dos meses en un duelo entre dos dinosaurios de la política andina, a pesar de la diferencia de edad, en una contienda que se prevé muy polarizada y encendida. El ex banquero cuenta con la simpatía del empresariado y de los sectores moderados. El gran reto para vencer a Keiko consiste en sumar apoyos entre la población joven, clave en estos comicios. La votación del Congreso, también celebrada este domingo, otorgó 61 escaños para Fuerza Popular, cerca de la mayoría absoluta (66). Por su parte, el PPK de Kuczynski obtendría 27 parlamentarios, mientras que la izquierda de Mendoza se quedaría con una bancada de 20. La nueva composición del legislativo deja un Congreso con 90 diputados derechistas de los 130 totales. Una evidencia del conservadurismo imperante en el país, todavía marcado por las secuelas del fujimorismo. Un legado que determinará también quién será el próximo presidente.
✕
Accede a tu cuenta para comentar