Sucesos

Ataque en la casa de la Policía: La Fiscalía no descarta el terrorismo

Un agente informático «modélico» asesina a cuatro compañeros, entre ellos a una mujer antes de ser abatido. El agresor, que padecía una discapacidad física, se convirtió al islam hace 18 meses. La Fiscalía no descarta ninguna hipótesis.

Soldados franceses patrullan en la zona del ataque en París. (AP Photo/Kamil Zihnioglu)
Soldados franceses patrullan en la zona del ataque en París. (AP Photo/Kamil Zihnioglu)larazon

Un agente informático «modélico» asesina a cuatro compañeros, entre ellos a una mujer antes de ser abatido. El agresor, que padecía una discapacidad física, se convirtió al islam hace 18 meses. La Fiscalía no descarta ninguna hipótesis.

Un funcionario de la jefatura de Policía de París asesinó ayer a cuchilladas a cuatro de sus compañeros, tres agentes y otro funcionario, antes de ser abatido por otro gendarme a primera hora de la tarde en los locales de la Prefectura policial del centro de la capital gala que se encuentran a pocos metros de la catedral de Notre Dame. Al cierre de esta edición, los motivos del ataque siguen siendo desconocidos y, aunque ninguna hipótesis ha sido descartada, la Fiscalía antiterrorista no lleva la investigación, como sí ocurriese en casos de ataques con cuchillo de perfil yihadista que se han reproducido en los últimos años en Francia y algunos medios franceses apuntan a un conflicto personal como línea privilegiada.

El agresor, un hombre de 45 años que trabajaba en la prefectura de Policía de la capital desde hace dos décadas, se habría convertido al islam hace 18 meses aunque ningún indicio hasta el momento señale un vínculo de carácter de radicalización terrorista. A pesar de que la principal línea de investigación no es de momento la terrorista, el ataque ha sacudido a una ciudad y un país en alerta permanente tras haber sufrido numerosos atentados.

El atacante, cuya identidad aún no ha sido revelada, contaba con una minusvalía física, era sordomudo y su expediente estaba limpio de cualquier incidente, según confirmaron fuentes sindicales policiales. «Nunca presentó comportamiento extraño», aseveraba el ministro del Interior, Christophe Castaner, entrada la tarde. A última hora de la tarde de ayer, los agentes continuaban registrando el domicilio del atacante y su compañera ha sido puesta bajo custodia policial para ser interrogada.

La Prensa francesa, si bien hacía hincapié por la noche en que ninguna hipótesis haya sido descartada, da prioridad a un conflicto personal como origen del ataque. Pero aún en ese caso quedarían muchas incógnitas a despejar al cierre de esta edición sobre el ataque. Una de ellas es el carácter premeditado de la acción si se confirmase que habría introducido un cuchillo de cerámica para burlar los controles de seguridad del edificio. También varios aspectos del perfil del agresor: agente informático dentro de la dirección policial. Con este título el atacante tendría acceso a múltiple información en los archivos de la lucha antiterrorista, un ángulo que evidentemente también está siendo considerada por la investigación. El modo de operación del ataque y el perfil del atacante son elementos que estarían siendo estudiados por la Fiscalía antiterrorista sin que de momento haya un indicio lo suficientemente claro como para que retome el caso.

Varios testigos han confirmado en televisión que su modo de practicar el islam entraba en la normalidad de acudir a la mezquita sin presentar rasgos visibles de radicalización. Pero todos estos aspectos suman un perfil extremadamente complejo a estudiar por las autoridades.

El atacante «empezó en su oficina, luego salió para continuar con su agresión en otros lugares de la prefectura», indicó Loic Travers, un responsable del sindicato Alianza Policía Nacional, a la televisión BFMTV. El agresor era «un empleado modélico, sin historias», con «más de 20 años de carrera» en la prefectura, explicó el delegado sindical.

Nicolas Pucheu, portavoz del sindicato policial, reveló a la cadena BFMTV que el oficial de Policía que disparó al asaltante en el patio de la Prefectura de Policía de París era un «joven, recién salido de la academia». Pucheu explicó que para un colega tan joven, sin apenas experiencia y recién licenciado, tener que usar su arma y abatir a alguien supone un impacto psicológico «extremadamente importante». El joven llevaba apenas cuatro meses en servicio. «Creo que le tomará mucho tiempo superarlo», aseveró Pucheu. El líder sindical aprovechó para recordar que el ataque ha sido un duro varapalo para todo el cuerpo policial precisamente un día después de su huelga.

El presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro, Édouard Philippe; y el titular de Interior francés, Christophe Castaner, acudieron inmediatamente al lugar del ataque, en la isla de la Cité, en el corazón de la ciudad, que quedó totalmente cerrado al tráfico y a los transeúntes.

Mientras, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, afirmó que la ciudad «llora» tras un ataque que ha dejado un balance de víctimas «fuerte». «Varios policías han perdido la vida», agregó la alcaldesa en un mensaje en Twitter una hora después de haberse producido el ataque.

Esta agresión en el centro de París se produce un día después de una manifestación de miles de policías en París para llamar la atención pública sobre el malestar que reina dentro de la institución, el aumento de los suicidios y la reforma del sistema de pensiones. Según los sindicatos, 26.000 policías participaron en esta manifestación. Francia no había vivido una protesta policial tan unitaria desde 2001.

El ataque conmociona además a un país muy sensibilizado ante cualquier acto violento. Desde 2015, Francia ha sido escenario de varios ataques atribuidos a grupos yihadistas, que incluyeron ataques sincronizados y agresiones aisladas con arma blanca. En total, 251 personas han perdido la vida en estos ataques, entre ellas varios policías, y el país sigue hasta hoy en estado de alerta.