Arabia Saudita
Un «joven» heredero para los saudíes
El rey Salman nombra a su sobrino príncipe heredero y asciende a su hijo favorito al segundo lugar en la línea sucesoria. Rompe así con la tradición en la casa Saud.
El monarca saudí ha nombrado a un nuevo príncipe heredero y llevado a cabo un importante cambio generacional en la casa real de los Saud, pero siempre manteniendo la línea conservadora que ha distinguido al Gobierno de la familia. Salman Bin Abdelaziz designó ayer a su sobrino, Mohamed Bin Nayaf, como heredero al trono, colocando así por primera vez a la tercera generación de los Saud en la línea sucesoria. Mohamed Bin Nayaf, de «sólo» 55 años, es el primer nieto del fundador del reino que se sitúa en la línea sucesoria, marcando un importante cambio generacional. Aun así, este cambio no tiene por qué traer consigo una apertura en derechos humanos o libertades políticas y personales.
Mohamed Bin Nayaf es conocido por su mano dura: era el ministro del Interior desde el año 2012 y anteriormente el jefe de la lucha antiterrorista. Bin Nayaf reemplaza al príncipe Muqrin Bin Abdelaziz, que había sido nombrado príncipe heredero hace pocos meses por el rey Salman, cuando éste accedió al trono tras la muerte del rey Abdalá.
El nuevo príncipe heredero también ocupa el puesto de viceprimer ministro y, además, lidera el Consejo Político y de Seguridad, órgano consultivo. De esta forma, el «joven» Mohamed Bin Nayaf pasa a ocupar posiciones clave en la casa real y el Gobierno de Arabia Saudí, donde la familia Saud monopoliza el poder y controla absolutamente todas las instituciones. Su reputación de «halcón» y su relación con Washington parecen enviar un claro mensaje a nivel interno e internacional del rumbo que desea Salman en esta etapa delicada para Arabia Saudí, que acaba de lanzar una operación militar en Yemen y busca hacer frente al desafío de Irán en el Golfo Pérsico. El rey Salman también designó a su hijo Mohamed como segundo en la línea sucesoria, detrás de Bin Nayaf, en el marco de los cambios anunciados por la casa real. Mohamed Bin Salman, de tan sólo 34 años, es ahora mismo el ministro de Defensa y su ascenso en la línea hereditaria podría despertar recelos entre los príncipes de la segunda generación (el trono pasa de hermano a hermano y no de padre a hijo). Aunque ayer ya se apuntaba que el movimiento de Nayaf como sucesor foma parte de la estrategia de Salman para que en un futuro sea su hijo Mohamed quien ocupe el trono saudí.
El cambio más destacado de cara a la comunidad internacional es el del ministro de Exteriores, Saud Al Faisal, que encabezaba la diplomacia saudí desde 1975. Todo indica que el rey Salman desea un cambio en la política exterior del país, sobre todo un acercamiento con EE UU, tradicional aliado de Riad y con el cual las relaciones se han tensado últimamente. Para ello, el monarca ha designado a su embajador en Washington, Adel Al Yubeir, como nuevo ministro de Exteriores: joven, con educación y un «look» occidental, buscará ganarse de nuevo el favor de Washington.
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