Ginebra
Un muro de desconfianza
- ¿En qué medida las sanciones internacionales han dañado la economía iraní?
–Por una parte, están las penalizaciones impuestas por la ONU, que constituyen una pequeña parte. Pero, en paralelo, EE UU y Europa impusieron otras de carácter bilateral, más severas, como las dirigidas al sistema financiero de transacciones.
- ¿Cuál es el precio de la cesión del Grupo 5+1 para llegar a un acuerdo con Teherán?
–Existe una clara división en este punto, incluso dentro de los propios países. En EE UU y en la UE hay quienes piden que Irán abandone por completo su programa de enriquecimiento de uranio, mientras que otros sectores solicitan que se acepte un umbral limitado de enriquecimiento de uranio, a la vez que se establece un potente y fiable sistema de inspección. Uno de los objetivos de Irán en la cumbre de Ginebra es tratar de convencer a sus interlocutores de que no persiguen la bomba para que así pongan fin a una situación que ellos consideran inaceptable.
- ¿Está Irán realmente dispuesto a suspender su programa atómico?
–Incluso si Irán tuviera ahora la capacidad de construir una bomba atómica, hará lo que sea para convencer a los negociadores de que su programa tiene un carácter pacífico.
- ¿Cuál es el impacto de esta cita de Ginebra?
–El encuentro en Ginebra es clave porque es la primera vez que todos los protagonistas del conflicto se ven las caras con la clara intención de dar un giro a la situación. Si no se alcanza un pacto, tendrá un impacto negativo sobre los más de treinta años de desencuentros entre EE UU e Irán. No obstante, si se alcanza un acuerdo, la desconfianza entre ambos países no cambiará de la noche a la mañana. El presidente Rohani es esencial pues fue elegido para resolver la crisis nuclear.
*Investigadora del Wilson Center. Preguntas elaboradas por Ángel Nieto
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