Un pacto para salvar la cara

- ¿Es optimista sobre un posible acuerdo entre Grecia y la UE?

–Sí, pero puede producirse un «accidente» que lo cambie todo. Así que no se puede dar por seguro un acuerdo. Me refiero a lo que pasa cuando los políticos toman decisiones desde un mal cálculo o plantean exigencias poco realistas que se vuelven en su contra. Son las llamadas «consecuencias no intencionadas». Por ejemplo, cuando Yorgos Papandreu anunció que iba a plantear un referéndum sobre el acuerdo con la troika (el segundo rescate de 130.000 millones de euros), el resultado fue que su Gobierno cayó fulminado. Mi punto de vista es que al final se encontrará una fórmula compleja para que ambas partes puedan salvar la cara. No creo que aún estemos en disposición de conocer con exactitud cuáles son las «líneas rojas» de cada una de las dos partes.

- ¿Podría Grecia salir del euro y mantenerse en la UE? ¿Es posible una bancarrota?

–Hasta ahora, el «default» no se ve como una opción realista. Deberíamos recordar además que no existe una cláusula en el tratado que contemple la salida de un país de la zona euro, sólo para la salida de la Unión Europea. Las mentes creativas seguro que ya están trabajando en cómo suavizar las comisiones por los servicios de la deuda de Grecia a cambio de alargar los periodos de devolución o refinanciar la deuda con tasas de interés más bajas. Nadie quiere una bancarrota.

- ¿Francia e Italia pueden ser potenciales aliados de Grecia?

–No lo creo. La presión de estos países hará que se practique una política fiscal algo menos estricta, pero la austeridad liderada por Alemania y otros países se basa en la aplicación de reformas estructurales. Así que dudo de que Francia o Italia pidan a Grecia que eche el freno a sus reformas.

- ¿Qué podría pasar si Syriza no puede ofrecer a su electorado lo que quiere? ¿Nuevas elecciones, auge de los neonazis?

–Si el Gobierno fracasa, no es probable que se celebren nuevas elecciones a menos que la coalición que ha armado Alexis Tsipras con los ultranacionalistas se rompa. Lo que sí que veremos con toda seguridad son nuevas manifestaciones en las calles y probablemente los más beneficiados en una situación así serían los partidos tradicionales. Syriza es una formación populista, pero también hay un elemento de oposición a las élites que han dañado la situación económica griega.

*Profesor en la London School of Economics and Political Science. Preguntas de Goyo G. Maestro