Una autonomía sin sueños independentistas

Coaligados desde 2015 para ganar las elecciones regionales, nacionalisas y secesionistas corsos apuestan por el pragmatismo: un acuerdo de autogobierno para la isla en tres años.

Los nacionalistas corsos comprendieron en 2010 que eran la corriente mayoritaria en la isla, pero que por separado nunca accederían al poder. De ahí la alianza de 2015 entre las dos vueltas de las elecciones, que les permitió ganar. Su triunfo llegaba después de que el Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), grupo terrorista creado en 1976, anunciara en 2014 el abandono de la lucha armada. También han simbolizado en la isla lo que representa Emmanuel Macron y La República en Marcha a nivel nacional: el recambio frente a las viejas políticas encarnadas por los viejos partidos.

En esta elección «sui generis», los nacionalistas han presentado una lista unida desde el principio, con el compromiso de jamás poner sobre la mesa la negociación con París de la independencia de Córcega. Lo que por otro lado ha llevado a dejar de lado a la tercera lista nacionalista, encabezada por Félix Benedetti. El objetivo es obtener en los tres años que quedan hasta las próximas regionales un verdadero estatus de autonomía, y su puesta en marcha en los diez años siguientes. París no les pondrá las cosas fáciles, pero ya han abierto la primera brecha. Por primera vez, tres nacionalistas corsos ocupan un escaño en la Asamblea Nacional. Hace un mes tuvieron ocasión de plantear su primera pregunta al Gobierno de Macron. Paul André Colombani tomó la palabra para preguntar al primer ministro si el Ejecutivo era favorable a «la apertura de un proceso de diálogo» para lograr en el menor tiempo posible «una plena autonomía de pleno ejercicio y de pleno derecho». El ministro del Interior, Gérard Collomb, le recordó lo que dijo en Córcega Emmanuel Macron antes de ser elegido presidente: «Somos favorables a la autonomía de Córcega, pero una autonomía en la República francesa, en un momento en el que surgen grandes potencias a través del mundo, no habrá un proceso de dislocación».