Crisis migratoria en Europa

Una crisis estructural

Mientras los Estados sigan sin respetar sus compromisos, están en riesgo los valores y principios de la UE

La Razón
La RazónLa Razón

–¿Cómo van a funcionar las medidas propuestas por las instituciones europeas teniendo en cuenta que la ola de refugiados ya supera la cifra del millón este año?

–El refuerzo de las fronteras externas es algo necesario para ordenar la entrada de los solicitantes de asilo en el territorio de la UE. Sin embargo, también hay que asegurar que los mecanismos de recolocación sean más efectivos. Hasta ahora, es mínimo el número de refugiados que han sido reubicados y los Estados miembros todavía no están a la altura de sus compromisos. Por lo tanto, los líderes europeos deberían centrarse en ambos aspectos de la política migratoria: el control de fronteras y una redistribución equitativa de los refugiados en el territorio de la UE. De otra manera, el resultado será desequilibrado e insostenible a largo plazo.

–¿Cómo ha reaccionado Bruselas desde que surgió esta profunda crisis?

–La Comisión Europea y la Presidencia luxemburguesa han realizado varios esfuerzos para reducir los efectos negativos de la crisis de refugiados. Se han propuesto rápidamente numerosos instrumentos legislativos para combatir este problema. Sin embargo, los resultados aún no se perciben porque, desde el punto de vista operativo, las decisiones tardan mucho tiempo en ser puestas en marcha. La realidad cambia a un ritmo mucho mayor del que las instituciones pueden responder. Por otro lado, mientras la UE no encuentre una alternativa viable al sistema de Dublín y mientras los Estados miembros sigan sin respetar sus compromisos, el asunto de los refugiados permanecerá en la agenda política y amenazará con dañar los principios y valores que han sido todos estos años símbolo de la Unión Europea.

*Analista de Migración y Diversidad en el European Policy Centre