Guerra en Siria
Una larga lista de crímenes impunes
l ¿Cuándo saltó la sospecha de lo que estaba ocurriendo y cuánto tiempo duró la investigación?
–Generalmente, HRW intenta fijarse en las violaciones cuando dejan de ser un hecho aislado, es decir, cuando distintas personas nos cuentan lo mismo sospechamos que indican una tendencia y lo investigamos. Y en este caso, nos contaron que había barrios que estaban siendo destruidos. Y decidimos que merecía la pena investigarlo, sobre todo porque empezamos a ver que las demoliciones tenían relación con el conflicto armado. Nuestras indagaciones comenzaron en julio de 2012.
l ¿Cómo acreditaron que se trata de barrios de civiles, suníes en su mayoría?
–Obviamente, es muy difícil de asegurarlo al 100%, debido a la guerra civil en la que está inmerso el país y la situación sumamente volátil, pero de lo que nos percatamos con la investigación es de que la destrucción ocurría en barrios después de un combate. Primero, se produce un enfrentamiento entre la oposición y el Gobierno y, tras la batalla, el vecindario se destruye. Sí, entendemos que los combatientes rebeldes vivían o se escondían en esas zonas, porque este tipo de demoliciones no ocurrieron en áreas afines al régimen. No quiero decir que toda el área era de la oposición pues, en una urbe es imposible, pero debido a que la mayoría lo eran, se destruyó.
l Desgraciadamente, durante los tres años de conflicto se han visto las peores violaciones de los derechos humanos. ¿Qué más crímenes se pueden acreditar?
–Sí, la lista de los abusos y violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional es muy larga. Se han cometido crímenes muy serios contra la Humanidad. Algunos horribles, como ataques indiscriminados contra civiles, el uso de armas prohibidas... Todo el mundo habla de las armas químicas, pero hay muchas más armas prohibidas que se han usado en Siria: munición de racimo, misiles balísticos. En Alepo se habla de las bombas de barril que caen del aire... Aunque la lista también incluye abusos por parte de la oposición. No se puede olvidar.
l ¿Tienen expectativas de lo que pueda venir de las conversaciones de Ginebra II?
–Sí, pensamos que es lo más cerca que Siria puede estar de un acuerdo político, porque todas las fuerzas están allí representadas. Hay muchísima presión para que la oposición y el Gobierno negocien. Desde HRW consideramos, y así se lo hemos trasladado al enviado especial Brahimi, que una solución duradera en Siria debe contemplar un proceso judicial por todos estos crímenes. Por ejemplo, en el Tribunal Penal Internacional. En todo caso, debe haber un modo de pedir responsabilidades.
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