Una nueva masacre reaviva la psicosis de Newtown

EE UU revivió ayer la matanza de Sandy Hook; un nuevo tiroteo acabó con la vida de tres personas después de que el presunto asesino se suicidara en Denver, Colorado. El incidente ocurrió alrededor de las 4 de la mañana (hora local). La Policía del Condado de Weld recibió una llamada y según el agente que la atendió se trataba «de una mujer que pedía ayuda, se escuchó "no, no, no"y se oyeron disparos; unos segundos después, un hombre se puso al teléfono y dijo que iba a suicidarse. Tras esto, se oyeron más disparos». Minutos más tarde, la Policía encontraba a cuatro fallecidos en una casa, dos hombres y dos mujeres que al parecer tenían vínculos familiares, según indicó el portavoz policial Tim Schwart a CNN. Según el periódico local «Denver Post», dos víctimas han sido ya identificadas como Beatriz Cintora-Silva y Maria Cintora-Silva. Las jóvenes han sido reconocidas por su tía, Eddy Silva. Ésta declaró al diario que Maria, una de sus sobrinas, se había casado hace cinco meses y que vivía con su marido en la casa. «Estoy muy triste, eran buenas chicas», añadía Silva. Para su vecina, Leslie McGill, lo más grave «es que no sé cómo voy a decirle a mi hijo que después del tiroteo de Sandy Hook, acaba de ocurrir otro justo al lado de nuestra casa». Sólo cuatro días después de la masacre ocurrida en Newtown, el tranquilo barrio de Longview se ha convertido en protagonista tras este nuevo tiroteo. Es el tercero que se produce después de que Adam Lanza acabara con la vida de 27 personas. El primero, el mismo día de la matanza, cuando un hombre se suicidó antes de matar a una mujer de un disparo en el Hotel Casino Excalibur, en Las Vegas. El segundo se produjo el sábado, cuando un hombre armado entró en el hospital Saint Vicent de Birmingham, Alabama, y disparó contra un agente y dos empleados. No es la primera vez que se produce un aumento de violencia después de un tiroteo como el de Newtown, y es que, como algunos psiquiatras afirman, después de una masacre así se produce un «efecto de inducción». Ocurrió algo similar en verano, cuando James Holmes mató a 12 personas e hirió a otras 71 en un tiroteo durante el estreno de «Batman». El mes siguiente dos tiroteos acabaron con la vida de nueve personas. Pero también el lunes se vivieron episodios producidos por la «psicosis» tras Newtown. Un adolescente de Miami, de 16 años, fue detenido ayer después de haber amenazado en Twitter con perpetrar una matanza en su escuela el viernes, como hizo Lanza en Newtown. «Voy a tirotear el colegio este viernes. Estate preparado. Estoy haciendo una lista y comprobándola doblemente. Estamos a punto de ver quién termina baleado», afirmó el lunes Austin Lee Bowlin después de que el director del centro comentara con los alumnos lo ocurrido en Sandy Hook. En Utah, a otro menor de 11 años, también podrían presentarse cargos en su contra, pues se le acusa por haber llevado una pistola a su escuela para protegerse, según le habían recomendado sus padres tras la matanza de Newtown. El joven sacó su pistola del calibre 22 de su mochila. A una niña le apuntó en la cabeza, ésta amenazó con «chivarse»: «Me dijo: si te chivas, te mataré», explicó Isabelle Ríos.

Hasta enero, los niños no irán a Sandy Hook hasta enero

Por motivos de seguridad, todos los centros educativos de la localidad pararon sus clases el viernes y hasta ayer no reanudaron la actividad. Pero los alumnos del Sandy Hook, donde el viernes fue perpetrada la matanza, no regresarán a clase hasta después de las vacaciones de Navidad y lo harán al centro Chalk Hill, en la vecina localidad de Monroe. Las vacaciones navideñas comienzan este viernes para los estudiantes, pero los alumnos de Sandy Hook no se incorporarán hasta enero.