Política

Relaciones laborales

Unos comicios clave para EE UU

La Razón
La RazónLa Razón

ISLAMABAD- A diferencia de elecciones anteriores, en las que los servicios secretos paquistaníes (ISI) y el Ejército habían sido acusados de manipular el voto e intimidación, en estos comicios han habido pocas evidencias de la participación de los militares, que han gobernado Pakistán durante más de la mitad de sus 66 años de historia. Sin embargo, las elecciones han puesto de manifiesto que los talibanes pueden hacer descarrillar el proceso democrático. Su campaña de terror ha mostrado que la milicia islamista ha dejado de ser una guerrilla de las áreas tribales y se ha convertido en una poderosa insurgencia de inclinación política que podría tumbar la democracia al estilo occidental en Pakistán. Las elecciones han sido observadas de cerca por Washington, ya que para Estados Unidos es crucial la cooperación de Pakistán –única potencia nuclear musulmana– en la lucha contra los insurgentes islámicos y en las negociaciones con los talibanes para poner fin a la guerra en la vecina Afganistán. Los resultados de las elecciones también tienen implicaciones para Estados Unidos, que está disfrutando de una etapa relativamente pacífica en su relación con Pakistán, a menudo tormentosa en los últimos años. La Casa Blanca preferiría tener a Nawas Sharif como primer ministro, un viejo conocido con el que Bill Clinton negoció para evitar la posibilidad de un conflicto nuclear, tras una tensa confrontación entre India y Pakistán, en 1999. Sharif se presenta como un nacionalista que aboga por rediseñar las relaciones de Pakistán con Estados Unidos y negociar con los rebeldes talibanes, pero ofreció pocos detalles. Sin embargo, el discurso de Imran Khan hacia Washington es mucho más agresivo. Khan se ha comprometido a poner fin a ataques de la CIA con aviones no tripulados en el cinturón tribal de Pakistán.