Unión Europea

Votación en la Eurocámara: los eurodiputados deciden el futuro de Von der Leyen (y de la Unión Europea)

Arranca la votación en el Parlamento Europeo sobre Ursula Von der Leyen, la candidata de los líderes de la Unión Europea a presidir la próxima Comisión Europea

La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, candidata a la presidencia de la Comisión Europea/ EFE
La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, candidata a la presidencia de la Comisión Europea/ EFElarazon

Arranca la votación en el Parlamento Europeo sobre Ursula Von der Leyen, la candidata de los líderes de la Unión Europea a presidir la próxima Comisión Europea

Europa entera mira a Bruselas. En unos minutos comienza la votación en el Parlamento Europeo en Estrasburgo y la suerte está echada. Sin embargo, aún hay algunas papeletas que están en manos de eurodiputados indecisos que determinarán el futuro de la Unión Europea. En juego está la candidatura de Ursula von der Leyen para presidir la Comisión Europea. A partir de las 18:00 se comenzarán a introducir los votos en la urna del Parlamento Europeo. Antes, hablamos con el Catedrático europeo y profesor de Relaciones Internacionales en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración en la UNED, Gustavo Palomares, para analizar los momentos previos y el futuro de la UE tras esta importante votación.

¿Qué está en juego en estas conversaciones y con el nombramiento de Von der Leyen?

Básicamente cuando hacer la hoja de ruta para poner en marcha el futuro de la Unión Europea y sobre todo los objetivos que marca el Libro Blanco de la Unión, que elaboró la propia Comisión. Es importante porque afecta las políticas fundamentales, para empezar la nueva políticas de asilo y migraciones, pero también la acción exterior y las políticas sociales y la reforma presupuestaria. Por tanto la cabeza de la Comisión Europea marcará esa hoja de ruta y los consensos fundamentales que harán posible o no para el cumplimiento de la agenda europea.

¿Cuáles son las expectativas respecto a estas nuevas negociaciones?

Es necesario e imprescindible una alianza o un acuerdo tácito o expreso con liberales y socialistas para que progrese. Y ese método de trabajo, de una alianza entre socialistas y liberales, debe ser el que sigan para los consensos en las grandes reformas de la Unión Europea.

¿Son compatible sus promesas a las fuerzas de la izquierda con un programa conservador?

Sí, porque las promesas no se desvían de la propia agenda comunitaria. Esos puntos han sido fruto de una puesta en común de los 27. Prometer a los socialistas llenar de contenido las políticas, incluso en el ámbito de la fiscalidad, no deja de ser promesas dentro de la agenda de la unión, tampoco prometer a los liberales iniciativas que tengan que ver con el emprendimiento o el empleo juvenil. No deja de ser seguir las directrices básicas que ya se fijaron y que cuenta con un consenso básico de la Unión Europea. Lo que faltaba era voluntad política para que esas directrices se pusieran en marcha.

¿Cuál es el futuro en caso de que no fructifiquen?

Debería existir una reunión que no tiene por qué ser una reunión física del Consejo Europeo para buscar un nuevo consenso para que prospere una nueva propuesta. Ella buscará el consenso que haga posible su nombramiento, que deberá ratificarse en el Parlamento Europeo. Si es con el consenso para la propuesta de Von der Leyen, sería una línea de continuidad respecto a las políticas que se habían seguido hasta este momento. Si la opción que hay es otra, que vaya a manos de los liberales, realmente puede haber pequeños retoques u orientaciones que puedan alcanzar mayor apoyo del grupo socialista, pero el margen de movimiento no es excesivamente alto y viene más bien determinado por pequeños matices que por grandes políticas.

Los candidatos, entre los que está Borrell, para ponerse al frente de las diversas instituciones fueron negociados en paquete, ¿en qué posición quedarían en caso de que no avance su candidatura?

Con él se ha alcanzado un consenso y cuadra bastante bien con ser el Alto Representante de la Unión Europea, que lidere la acción exterior, que es uno de los ámbitos de crecimiento de reforma dentro del proceso de integración. Yo creo que su puesto no peligra, es difícil hacer una predicción, pero una vez que se llega a un consenso respecto de la Alta Representación, no se va a romper para iniciar otro proceso de consenso. Dentro del juicio y la sensatez, no creo que sea el método más adecuado.