Represión en Venezuela
Yon Goicoechea: «En Venezuela tenemos que ir a lar urnas, aunque sean un fraude»
Ha sido preso político del chavismo durante 14 meses y ahora se presenta como candidato a las municipales, pese a que su partido boicoteará estas elecciones.
Ha sido preso político del chavismo durante 14 meses y ahora se presenta como candidato a las municipales, pese a que su partido boicoteará estas elecciones.
El ex preso político Yon Goicoechea, de 33 años, fue liberado hace unos días después de pasar 14 meses recluido en la sede del servicio de inteligencia nacional de Venezuela. Ahora, entre las descalificaciones de otros opositores, acaba de anunciar su candidatura a la alcaldía del municipio de El Hatillo para las elecciones municipales de diciembre. La oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha dicho que no se va a presentar porque cree que serán fraudulentas. Yon, que tiene nacionalidad española, es partidario de medirse en las urnas, lo que le ha acarreado la crítica del resto de antichavistas.
–¿Se va a presentar a las elecciones municipales de diciembre?
–Me voy a presentar a las municipales, sí. Aunque quiero reafirmar que no reconozco la Asamblea Constituyente. Esa es una opción que está abierta, pero prefiero no repetir errores del pasado. Hay que ser prudentes y tratar de aglutinar a los candidatos.
–Voluntad Popular, su partido, ha amenazado con expulsar a cualquier miembro que se presente a estas elecciones municipales.
–Espero que Voluntad Popular entienda que yo no pude decidir en la toma de decisiones mientras estuve preso. Comparto la idea de país de Voluntad Popular y la lucha estudiantil, y espero que mi partido lo entienda de la misma manera. No me quiero ir. Yo siempre apoyé el voto, también durante las elecciones regionales. De hecho, estuve incomunicado en la cárcel por eso, por pedir el voto.
–Se especula que el Gobierno le liberó a cambio de que se presentase como candidato, para legitimar este proceso que muchos ven como farsa.
–Quiero aclarar que a mí no me han impuesto presentarme a cambio de mi liberación, que es una postura que defiendo desde hace tiempo. Hay desconfianza entre nosotros por, simplemente, tener diferencias.
–¿Cómo ve a la oposición en este crucial momento?
–Tengo un gran respeto por la oposición, he visto con gran frustración por lo que han pasado mis compañeros y espero que las persecuciones a personas como Freddy Guevara cesen. Considero, además, que la oposición encajó mal el golpe, se ha resquebrajado, pero debemos de aprovechar esta situación para reunificarnos, reinventarnos y crear algo nuevo. Más unido y más fuerte. Tenemos que ya que pensar en las próximas elecciones presidenciales de 2018, las cuales podrían adelantarse a febrero, incluso. No hay condiciones para unas elecciones justas, son comicios que no se corresponden con las reglas que rigen en cualquier país democrático. Hay dos opciones: renunciar al voto o luchar. Hemos estado en el 2004 en estas condiciones con Hugo Chávez, pero tuvimos la previsión de atrincherarnos y conquistar espacios determinados. Sin embargo, tenemos que entender que estamos golpeados. La represión ha sido muy dura. Hay que buscar todo, incluido la calle, pero también y, sobre todo, las urnas. Con la violencia no vamos a ganar, ya sabemos que el Ejercito está con el Gobierno. Yo no tengo fusiles y no somos una guerrilla. Por tanto, ¿qué podemos hacer? Tenemos que utilizar las puertas abiertas, las opción electoral incluso, aun sabiendo que puede haber fraude, y aun sabiendo que son unas elecciones poco transparentes. Yo sé que la comunidad internacional quiere lucha, que peleemos. ¿Pero qué podemos hacer?
–¿Cómo se siente tras su liberación?
–Muy contento de poder estar en Venezuela y de poder disfrutar de mi familia, eso no tiene precio. A mis hijos no los he podido ver porque están en España. Cuando termine el colegio vendrán de nuevo.
–¿Cómo valora la mediación realizada por el Gobierno de España durante su período de cautiverio en la cárcel?
–No puedo abandonar el país, tengo que presentarme semanalmente en los juzgados. Sinceramente, no entiendo por qué no me excarcelaron antes pese a que mi liberación ya había sido acordada con el Gobierno de España. Recordemos que a los pocos meses de ser encarcelado, un tribunal dictaminó que debería de quedar libre, pero nunca se cumplió. Casi un año desde que el juez pidió mi excarcelación. No se explica porqué no me liberaron antes, es ilegal. El embajador de España es quien más presionó por mi liberación pero también mediaron los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González y José María Aznar, además del ministro de Exteriores, Alfonso Dastis. El hecho de que el Gobierno de España me haya otorgado la nacionalidad –y se hayan involucrado en mi caso– ha sido muy importante. Me siento honrado. Es como si mis abuelos –vascos y canarios– me hubieran tendido una mano desde el cielo. He vivido en España y tengo mi negocio allí. Claro que volveré, por supuesto, en algún momento no muy lejano. Tengo un amor muy profundo por España.
–¿Cómo fueron las condiciones durante su periodo preso?
–Las condiciones fueron muy duras en la prisión del Helicoide, las celdas no tiene ventanas, no hay pista deportiva, ni lugar para ningún entretenimiento. Es una cárcel de los servicios secretos, donde compartimos un baño para 400 personas. Imagina lo insalubre que es. Mis familiares me llevaban comida porque era muy escasa. El hacinamiento allí es tremendo, en realidad es un calabozo que se ha transformado en una cárcel común. A mí no me torturaron como a otros compañeros, ni me humillaron, pero sí que estuve en un régimen de aislamiento, lo cual de por sí es un forma de maltrato. No veía ni un rayo de luz. La fiscalía ni siquiera me acusó de delito alguno, fui imputado pero no hubo proceso. Estoy en una especie de limbo porque no hay cargos contra mí.
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