Bogotá

Zuluaga: «Las FARC deben dejar de asesinar a sangre fría»

Óscar Iván Zuluaga, el uribista que disputa a Santos la presidencia, atiende a LA RAZÓN

Un cartel electoral de Zuluaga
Un cartel electoral de Zuluagalarazon

La segunda vuelta de las elecciones colombianas se celebra el domingo y las encuestas dan ganador al uribista Óscar Iván Zuluaga frente al actual presidente, Juan Manuel Santos, quien ha fiado su suerte electoral al proceso de paz con las FARC. Quienes conocen a Zuluaga dicen que es un cristiano de pura cepa, un tipo decente y tranquilo que forjó su carrera en un contexto de violencia, sin separarse nunca de su rosario. Durante sus primeros años en la política, Zuluaga consiguió implantar el seguro dental a los niños y entregó kits de material escolar. Después de eso fue elegido como alcalde en Pensilvania, donde se ganó el título de mejor regidor del país. Pero fue precisamente en mitad de la tragedia, en una Pensilvania golpeada y asediada por el frente 47 de las FARC, en los 90, cuando, desesperado, fue a buscar ayuda en Medellín, donde encontró a su héroe, Álvaro Uribe. Ambos fueron marcados a fuego y vivieron en primera persona el asedio de la narcoguerrilla.

Sin embargo, su discurso respecto del proceso se ha suavizado. Primero dijo que cortaría las negociaciones con la narcoguerrilla si era elegido y después, tras la primera vuelta, afirmó que el diálogo podría continuar, pero con más condiciones. «Al terrorismo de las FARC hay que exigirle que no reclute niños, que no ponga más minas antipersonas, que no asesine a sangre fría a soldados y policías, que no cometa más ataques contra los colombianos de bien», afirmó a LA RAZÓN. «El país conoce mi firmeza, mi carácter, mi lealtad, mi independencia. Quiero decirles a los colombianos que como presidente nada ocurrirá a mis espaldas porque aquí no se trata de dar gusto a las FARC. La paz es para todos. Somos un Estado legítimo. No puede ser un diálogo entre iguales. Ellos son los que están atentando contra la institucionalidad».

También le separa de Santos su postura sobre Venezuela. El líder uribista insiste en que el Gobierno de Caracas «es una dictadura». «Lo primero que hay que buscar es una relación cordial y respetuosa en materia comercial [con Venezuela]. Pero hay un compromiso como país y es que hay que defender las democracias», sentencia.