La Guardia Urbana denuncia una munición «fraudulenta» en sus prácticas de tiro

El sindicato mayoritario CSIF asegura que «Colau sigue poniendo en peligro la seguridad de los agentes».

Nuevo episodio del creciente divorcio entre la Guardia Urbana y el gobierno municipal dirigido por Ada Colau. Una vez fue la supresión de la unidad de agentes antidisturbios, otra las malas condiciones de sus vestuarios, también denunciaron cierta presunta complicidad con el «top manta», y ahora le ha tocado el turno a las armas.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que es el sindicato más representativo en las administraciones públicas, denuncia los «graves problemas que se están produciendo en el desarrollo de las primeras prácticas de tiro reglamentarias, de este año, a causa de los cartuchos fraudulentos».

El CSIF denuncia que «cuando los agentes realizan los ejercicios, en las diferentes galerías de tiro, los cartuchos se encasquillan de forma constante –al menos en el 70 por ciento de los casos– lo que desluce, desmerece y dispersa la atención del ejercicio con el consiguiente riesgo lesivo para monitores y participantes».

Añade el sindicato, muy combativo últimamente, que «denunciamos una situación muy grave que puede derivar en accidentes laborales de notable y lamentable importancia por manipular el arma en una zona compartida».

Según denuncian, «el riesgo abarca desde lesiones producidas por la corredera hasta giros indebidos con el arma cargada hacia los monitores u otros compañeros, con la posibilidad de producir o sufrir un impacto».

Para CSIF, este problema reside en la calidad de la munición de bajo coste o defectuosa y que implica situaciones de riesgo para la vida.

Por ello, reclama al Ayuntamiento «que sea retirada esta munición , al ser defectuosa por caducidad, humedad, carga de pólvora insuficiente o cualquier otro motivo que impide su normal funcionamiento, que no continúen las prácticas de tiro reglamentarias en estas condiciones, que se reclame al fabricante o proveedor su reposición urgente para que se reanuden las prácticas de tiro con garantías de seguridad y que se emita un informe explicativo para el proveedor, distribuidor o fabricante con el fin de retirar del mercado una munición que supone un riesgo ingente para quienes la utilizan».

Recientemente denunció también el CSIF, los recortes presupuestarios afectan a las prácticas de tiro que deben realizar anualmente, y por Ley. Señalaron que «el reglamento de armamento de los policías locales de la Generalitat señala que todos los miembros de las policías locales, excepto aquellos que tengan el arma retirada, deberán realizar obligatoriamente, y como mínimo dos veces al año, ejercicios de perfeccionamiento en tiro policial bajo la supervisión de instructores debidamente cualificados».