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Las vanidades de Stanley Kubrick

El CCCB acoge una exposición que repasa la trayectoria del cineasta a partir de las doce películas que dirigió.

Stanley Kubrick durante el rodaje de "2001: Una odisea espacial"
Stanley Kubrick durante el rodaje de "2001: Una odisea espacial"larazon

El CCCB acoge una exposición que repasa la trayectoria del cineasta a partir de las doce películas que dirigió.

El 17 de mayo de 1964 Stanley Kubrick se reunió en el Hotel Reinessance de Nueva York con el escritor Arthur C. Clarke. Él era un gran admirador del autor de «El fin de la infancia» y quería reunirse con él para empezar a hablar de colaborar para hacer una «buena película de ciencia ficción». Después de un intenso día de reuniones,quedaron para cenar a las nueve de la noche junto a la mujer de Kubrick. Era una noche clara, de luna llena, que invitaba a mirar a las estrellas. Y en ese mismo instante vieron en el cielo algo que les llamó la atención, un objeto luminoso moviéndose a gran velocidad. Aquello tenía que ser un ovni. No podía ser otra cosa. «Nunca había visto nada parecido», escribiría Clarke. Incluso reportaron este hecho a las autoridades, que simplemente les dijeron que lo que vieron era la estela del satélite norteamericano Echo, que acababa de gravitar por esas coordenadas.

El informe del avistamiento del ovni es uno de los muchos documentos con los que cuenta la exposición «Stanley Kubrick». El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) acoge una extraordinaria muestra que han visto más de un millón de personas en todo el mundo y que explica palmo a palmo la completa filmografía del creador de «La naranja mecánica». Más de 600 objetos y documentos audiovisuales trazan el mapa creativo de un genio obsesivo del orden y la perfección cuyo lema era «Si se puede escribir o pensar, se puede filmar».

La muestra sigue cronológicamente una carrera fulgurante, que se inició como fotógrafo de la revista «Life» con una imagen icónica de un hombre abatido en un quiosco escuchando en la radio la muerte del presidente Roosvelt el 26 de junio de 1945. A partir de aquí nos encontramos con su primera y despreciada película, «Fear and desire», de la que diría que «no es un filme que recuerde con orgullo, salvo por el hecho de que la terminé». «Y, sin embargo, resume los dos temas principales de toda su trayectoria, el miedo y el deseo», comentó ayer Jordi Costa, responsable de la versión española de la exposición.

Objetos hipnóticos

Los disfraces de simio de «2001»; la máquina de escribir de Jack Torrance de «El resplandor» o la maqueta del laberinto utilizada en la película; los libros anotados por el propio Kubrick de «La chaqueta metálica»; una carta de 1994 de la actriz Sue Lyon, protagonista de «Lolita», en la que le explica que vive tranquila fuera de los focos con su marido, como si se tratase de la versión real del final de aquella clásica adaptación de la novela de Nabokov... La muestra contiene mil detalles que absorben e introducen al visitante en la mente de este genio indiscutible del séptimo arte. Incluso se añade su típica silla de director. Una auténtica muestra espectáculo.