El «lifting» suizo de Anna Gabriel

La ex diputada de la CUP luce para Europa una imagen aniñada, deja de lado su «look» antisistema por uno más diplomático.

Anna Gabriel, tras negarse a declarar ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, se ha desplazado a Ginebra desde donde ha concedido una entrevista para una cadena de televisión suiza en la que llama la atención, sobre todo, su radical cambio de imagen. La ex diputada de la CUP ha dejado atrás su tradicional peinado con flequillo «estilo abertzale» para lucir ahora una media melena suelta con el flequillo retirado hacia un lado. Un cambio de estilo que no solo le da un aspecto más fresco y joven, sino que además le dulcifica y le resta agresividad haciéndole parecer una persona bastante más cercana y diplomática.

También su manera de vestir ha experimentado un cambio drástico. La «cupera» parece haber dicho adiós a las camisetas y sudaderas con mensajes reivindicativos y antisistema y ha empezado a lucir jerséis de punto y chaquetas de estilo más clásico con las que parece querer reflejar un cambio de actitud. Asimismo, es notable su pérdida de peso.

Además, en la entrevista concedida a RTS, en la que habla un perfecto francés, su discurso fue más relajado y con un mensaje menos combativo. Ha suavizado sus gestos y su expresión resulta menos agresiva. Incluso en algún momento se la ve sonreír, pero su mirada permanentemente hacia abajo y la tensión en los labios indica que la procesión va por dentro y que hace un verdadero esfuerzo por no manifestar su temor ante un futuro cuando menos incierto. Una imagen de autocontrol y sumisión que entre los expertos ha suscitado la duda de si la que en su web se define como «anticapitalista y antisistema» está interpretando o no un papel.

En cualquier caso y volviendo a su cambio de imagen, es una mujer joven, de 42 años, y sería absurdo que se sometiera a ningún tratamiento para parecerlo aún más. Tampoco considero que necesite pasar por el quirófano para hacerse ningún tipo de retoque. Pero sí es cierto que su imagen representa más edad. Y no es porque tenga una flacidez significativa en el óvalo facial ni tampoco arrugas de expresión profundas, simplemente se trata de una cuestión de actitud. Parece estar siempre de mal humor. Le recomiendo la lectura de mi columna de la semana pasada en LA RAZÓN sobre la cosmética emocional.

4 CONSEJOS PARA MEJORAR MÁS SU IMAGEN

1. Aclarar el tono. Debe realizarse una higiene facial urgente para eliminar puntos negros y aclarar su acusado tono cetrino.Por ejemplo, el protocolo que utiliza Eve Lom para limpieza, ya que actúa tanto en el exterior como en el interior.

2. Atenuarlos signos de fatiga Se le notan especialmente en la zona de los ojos, por eso debe suavizar bolsas y ojeras con un gel descongestionante, como el de Skeyndor, con células frescas de mango y liposomas con agua de glaciares suizos.

3. Hacerse un «bob» francés. Le animo a realizarse un corte de pelo por encima de los hombros y con flequillo largo y espeso. Su aspecto sería más femenino. Además, necesita un rediseño de cejas para disimular el efecto de ojos caídos.

4. Realizar yoga y sonreír. Le recomiendo la práctica de yoga para relajarse, lo que repercutirá en su rostro y hará que su rictus sea menos marcado y se reduzcan un poco las arrugas del entrecejo y los párpados caídos.