La naturalidad es la esencia

No sé si os habéis percatado, pero nunca hablo de pinchazos en la cara porque ¡me dan pavor! No por el dolor físico, sino por los resultados que veo en amigas y conocidas

No sé si os habéis percatado, pero nunca hablo de pinchazos en la cara porque ¡me dan pavor! No por el dolor físico, sino por los resultados que veo en amigas y conocidas. Sin embargo, os confieso que he descubierto a una doctora excepcional, Purificación Espallargas. La doctora no cree en la belleza perfecta, ella la interpreta según la persona. Tampoco concibe el concepto «rellenar», pero sí el de «reposicionar», es decir, recuperar la juventud de los rasgos respetando las pequeñas asimetrías que nos hacen únicos.

Conscientes de que la perfección no existe, no tenemos por qué renunciar a recuperar la naturalidad en las facciones y a mejorar la calidad de nuestra piel dotándola de frescura y luminosidad. Para lograrlo, la doctora aplica con maestría y precisión milimétrica infiltraciones de ácido hialurónico, silicio orgánico e hilos tensores de polidioxanona (PDO). Los resultados son espectaculares porque vive la medicina estética como si fuera un arte y cada rostro, un lienzo.

También realiza tratamientos corporales buscando alcanzar el máximo equilibrio: levantamiento de pecho y glúteos con hilos tensores de PDO y radiofrecuencia; remodelación con mesoterapia y eliminación de la retención de líquidos con una fórmula única que mejora la circulación. Espallargas asegura que el éxito está en que el «pinchazo» no se note, que el resultado sea que la gente se cuestione qué te has hecho para estar más guapa y rejuvenecida, sin pensar en retoques estéticos.