Arte, Cultura y Espectáculos

Cómo invertir en arte y no morir en el intento

Claves básicas para iniciarte en el mundo del coleccionismo

Cómo invertir en arte y no morir en el intento
Cómo invertir en arte y no morir en el intentolarazon

Claves básicas para iniciarte en el mundo del coleccionismo

Recién inaugurada la 38 edición de Arco que estará en Madrid hasta el 3 de marzo, este año la Feria Internacional de Arte Contemporáneo tiene las expectativas muy altas, congrega a 203 galerías de 30 países y la oferta es tan variada como gustos de los consumidores. Si tienes pensado acercarte a esta feria o simplemente tienes tirón por este mundo pero eres un amateur estas pautas te pueden interesar.

A pesar de que comprar arte suena muy elitista, nada mas lejos de la realidad. Se puede comprar por amor al arte o porque se ve como una inversión. Eso si, quién invierte en arte casi siempre lo hace por pasión. Un 97% de sus compradores confiesa que su primera motivación de compra es por un aspecto meramente emocional. En cualquiera de los casos existen una serie de normas básicas a tener en cuenta a la hora de apostar por esta experiencia. No todo vale.

Encontrar los precios bajos o las promesas artísticas no es fácil. Es todo un ‘arte’ que tiene sus trucos.

Observa y copia. Los coleccionistas suelen estar muy informados, son reflexivos, leen, visitan exposiciones y permanecen atentos a las tendencias de arte antes de adquirir una obra. Es un proceso de aprendizaje de años pero nunca es tarde para empezar a educar nuestros conocimientos artísticos. ¡Haz como los expertos! Mira, ve, lee, infórmate. Pregunta y pregunta y vuelve a mirar. Educarse es fundamental, ir a museos, ferias locales e internacionales, leer revistas del sector, investigar en Internet, las opciones de búsqueda de hoy en día son infinitas.

Aun así, si apenas tienes conocimientos lo más importante es priorizar el gusto. Hacer caso de tu intuición, de tu percepción personal, de tu alma y no dejarse llevar por modas pasajeras. Ten en cuenta que es una relación a largo plazo. Te tiene que enamorar lo que vas a comprar. No tiene muchos sentido si la obra no te identifica, a la larga puedes arrepentirte. Confiar en los instintos y en la pasión de cada uno al final es la mejor baza como punto de partida partida.

Nunca tener prisa. Asesorarse bien del momento de adquirir una obra de arte es básico, porque existen factores que pueden pasar desapercibidos y que con los años producen resultados a favor o en contra desde el punto de vista económico. Armar una red de contactos, conversar con personas que ya pasaron por lo mismo, con las redes sociales hoy en día es fácil, hay multitud de chats. Recurrir a plataformas digitales especializadas. Apoyarse en expertos, al igual que cuando se va a realizar alguna otra operación importante se recurre a expertos financieros por ejemplo, en este tema intentaremos hacer igual.

Define tu presupuesto. Pensar en los números desde el principio simplifica el proceso. No hace falta gastarse cifras millonarias, se puede comprar obra gráfica de artistas emergentes desde 500€ o las obras más asequibles que pertenecen a series que puedes encontrar por 50€. Para comenzar prueba con artistas jóvenes y locales que son más asequibles o uno en ascenso si manejas cifras mas elevadas... pero siempre mejor uno bueno que dos mediocres.

¿Cómo se compra? Existen dos mercados que acaparan la mayor parte del sector, el de galerías y ferias o el de las casas de subastas. El primero se centra en artistas vivos y el segundo en grandes artistas o artistas consagrados que han vendido su obra mas veces. Las ferias facilitan mucho la información en un sólo lugar y se ven muchísimas obras de muchos artistas. Te da una perspectiva global que ayuda bastante cuando eres debutante.

Tener espacio. Parece obvio pero debido a que es una compra muy emocional en un porcentaje significativo de ocasiones los compradores se encuentran con que una vez adquirida la obra no encuentran donde ponerla o simplemente no les cabe. Un punto importante es el lugar donde se va a colocar la obra. Piensa donde va a ir ubicada, lo mejor es imaginar y en caso de poder probarla in situ mejor. Además hay que asegurarse que encaje con el resto de objetos de su alrededor.

Una vez claro revisar la trayectoria del artista. En el caso de los nuevos talentos es vital conocer su proceso de creación y currículo. Existen talentos que teniendo muy buena calidad se quedaron quietos y no se revalorizaron por lo que probablemente no aumenten su valor en un futuro. La edad, nacionalidad o universidad donde hayan obtenido su título afecta también y sobre todo a su tasación.

Asegúrate que este en buen estado de conservación, si no le restarás años de vida. Ver que no haya sufrido restauraciones importantes o mal hechas que le terminen quitando valor a la pieza. El mal montaje es otro punto del que te debes asegurar. En obras que ya han adquirido un determinado valor en el mercado es muy recomendable contratar un seguro para protegerlas ya que las compañías aseguradoras no contemplan por regla general las obras de arte dentro del seguro de hogar.

Negociar el precio y la forma de pago. Por regla general pide un descuento. Ten en cuenta los costes extra que pueden generar estas compras que en ocasiones pueden ser elevados... de enmarcación, seguros de envío, entrega en un lugar remoto, etc. Asegúrate de quién se encarga de estas gestiones, por norma general será el propio vendedor pero te puedes encontrar con que no. Todo claro y por escrito.

Una vez lanzado a la compra, la galería o el vendedor te ha de dar siempre la documentación completa, un certificado de autenticidad, aunque la obra este firmada, pídelo absolutamente siempre; así como catálogos o textos que existan publicados sobre el artista y la factura que funciona como comprobante de la propiedad. Debes contar con toda la información del autor, la obra, año y lugar de compra. Tienes derecho a pedir toda la documentación necesaria, incluyendo datos del taller donde se pinto, historial de propietarios (si se trata se una obra antigua)... por pedir que no falte. Y una vez sea tuya, ¡a disfrutarla!