Nueva York
Propuestas sin fecha de caducidad
Patrones setenteros, siluetas holgadas, texturas superpuestas y tejidos de calidad han alumbrado hoy en la pasarela madrileña una serie de piezas sin fecha de caducidad que han defendido Teresa Helbig, Etxeberría o Roberto Torretta, informa EFE.
Teresa Helbig
La colección de Teresa Helbig se debate entre una mujer de espíritu campestre y bucólica que viven en la Provenza francesa y otra sofisticada y nocturna instalada en el París más canalla, dos mujeres que se encuentran en la búsqueda de la elegancia y la coquetería.
"Son propuestas contradictorias, como somos las mujeres", ha puntualizado Teresa Helbig, quien se ha decantado por los patrones de los 60 y de los 70 para crear primorosas prendas, más próximas a la alta costura que al pret-á-porter.
Si para la mujer de campo escoge tejidos naturales como la rafia sin tintar, la cuerda y la bambula en tonos empolvados, texturas sobre las que prende delicadas flores de organza y lentejuelas, para la urbana se decanta por un "nobouk"fucsia y gasas con detalles de cristales.
Obsesionada por la perfección y la costura minuciosa, Helbig construye sus propios tejidos a base de puntillas y tules, que con paciencia va encajando como si se trata de un puzzle.
Juana Martín
Juana Martín subió a la pasarela una serie de vestidos rectos con volúmenes contenidos en blanco y negro salpicados con notas rojas, unos adornados con flores de porcelana fría y otras con flores de tela.
Martín ha querido ser fiel a sus raíces andaluzas y al folclore de su tierra, y ha vuelto a recurrir a volantes y lunares, pero esta vez amparado en el minimalismo.
El estampado clásico de los años 80 y 90, interpretado con elementos como las gotas de lluvia, las estrellas, las hojas de hiedra y los corazones ha llegado a todas las prendas que ha presentado Ágatha Ruiz de la Prada, desde pantalones de campana hasta "leggins", pasando por vestidos camiseros y "shorts".
Una falda que emula la forma de un paraguas, un vestido confeccionado con "post it"de color rosa o un diseño con estampado sobre lentejuelas, la colección "Estampa 2"es una experimentación constante con las formas, el arte surrealista y la cultura pop.
Roberto Etxeberría
Con solo pieles y sin aditivos de otras tejidos, Roberto Etxeberría ha cosido una colección en la que versiona el mítico vestido negro de Coco Chanel. "Es la primera vez que hago una tipología de mujer, una colección femenina", dijo el creador vasco a Efestilo.
Recién llegado de la pasarela de Nueva York, donde ha presentado por primera vez y en calendario oficial -una oportunidad atípica para una firma joven-, el diseñador ha desplegado sobre la pasarela "Pura piel", una oda a "la pañería inglesa con pieles de astracán, zorro, gacela Thompson o cocodrilo", detalla.
La mujer de Etxeberría se muestra transgresora y con un punto felino, perfil que expone mediante la combinación de pieles con y sin pelo. Esta colección doble, de hombre y mujer, es una evolución de su primer trabajo, "La piel que habito", y explora los límites de la piel combinándola con el ante y las texturas exóticos.
Camisetas, chaquetas y vestidos tubo se tornan en formas imposibles, mediante la tergiversación de patrones, el uso de cortes, cremalleras y pliegues, que refrendan la actualidad de la piel, un resultado "cargado de sensualidad"que ha agradado hoy al entregado público de Cibeles.
Ailanto
La colección de Ailanto para la próxima temporada primavera-verano 2015, surge tras un viaje por la Camarga, la Costa Azul y la Provenza, visita que ha inspirado estampados marinos y patos bicolores escondidos entre un estampado de camuflaje en tonos verdes y tierra.
Si algo caracteriza a los hermanos Merino, Aitor e Iñaki, es el gusto por los estampados que ellos mimos elaboran recortando y pegando evocadores dibujos.
Ailanto juega con las superposiciones y los patrones holgados. A lo largo de cuarenta salidas se han visto vestidos "evasé", parkas de corte cuadrado con detalles de pescador, camisas de inspiración masculina y cándidos chalecos.
Prendas que se completan con fluidos quimonos, batines y monos, siempre presentes en sus colecciones, "aunque ahora está más de moda que nunca", detalla Aitor momentos antes del desfile.
"La gama cromática juega con los colores puros saturados, superpuestos con colores empolvados como verde agua, coral, marfil y azul", ha descrito Aitor Muñoz a Efestilo.
Roberto Torretta
"La mujer va a lucir mucha pierna", dice a Efestilo Roberto Torretta, creador que apuesta por la sensualidad con prendas femeninas y trabajados patrones con volumen, una estética distinta a sus colecciones anteriores.
El movimiento es el hilo conductor de las propuestas de Torretta, que retoma los estampados de flores con una gasa para coser vestidos muy cortos.
El desfile, al que asistió la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, junto a Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, comenzó con una serie de vestidos de napa, seguidos por otros de gasa hasta llegar a las propuestas de tarde y noche.
Todas ellas bañadas con una paleta cromática corta y concreta que iba de el rosa palo hasta el malva, pasando por el blanco y el verde agua.
Moisés Nieto
Las prendas de Moisés Nieto también ensalzan la sensualidad con la estética de los años 70. Ha recreado la música disco y el ambiente de la discoteca Studio 54 de Nueva York con divertidos plisados horizontales y verticales y tejidos de flecos brillantes.
Es una colección de día. "Mi objetivo es que la mujer brille desde la mañana", cuenta Nieto, que ha arrancado su desfile con una serie de vestidos, camisas y jerseys con escote en forma de uve conjuntadas con faldas con largas aperturas delanteras.
Este joven diseñador jienense, curtido en el EGO, experimenta con las texturas y confecciona una serie de vestidos blancos con tejidos del revés "para conseguir profundidad y relieve".
Como no podía ser de otra manera, el "lurex", material que utilizó en infinidad de ocasiones Bianca Jagger, apareció en una cazadora "bomber"y en un mono anudado a la cintura con un lazo.
Maya Hansen
Tras saltarse la edición anterior por su maternidad, Maya Hansen alumbra su colección más personal, en la que "los cambios físicos y hormonales conviven con la alegría y el miedo al parto", explica la diseñadora.
El corsé sustenta el universo de esta diseñadora, una pieza que en esta ocasión muestra su faceta más "lencera"con coquetos ligueros, encajes y tules transparentes y sugerentes volúmenes.
Prendas que se alargan hasta convertirse en vestidos encorsetados y cerrados con cremalleras, elementos que utiliza por primera vez. Piezas intensas que en unas ocasiones presenta en tonos rosas y negros y otras con un llamativo estampado a modo de "toile de jouy", que versiona las ilustraciones de fetos del doctor William Hunter.
Junto al corsé surgen piezas a modo de boleros con mangas geométricas y faldas muy cortas, "prendas que llevan más de veinte horas de costura y se sitúan entre 'pret-a-porter' y alta costura", dice Hansen.
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