Gastronomía
AÜRT, la magia de la cocina en el 'lobby' de un hotel
"Prefiero la sencillez reflexionada a la complejidad forzada".
"Prefiero la sencillez reflexionada a la complejidad forzada".
Un restaurante en el lobby del hotel Hilton Diagonal Mar de Barcelona, en el que el trabajo de la cocina sucede en directo ante los ojos del comensal. Se respira magia y pasión por la gastronomía, como una familia que abre las puertas de su casa para que cenen con ellos un grupo reducido de desconocidos. Es cierto que Aürt está en un lugar de paso. Tan cierto como que no habría que pasar de largo de esas dos barras en las que ya se trabaja con pasión y magia. Artur Martínez comanda ahora dos propuestas complementarias: por un lado Aürt, el restaurante gastronómico que tomaría el relevo del minúsculo Capritx (Terrassa) en el que consiguió una estrella Michelin, y por otro Ma’i, atendido desde tres barras dedicadas a los vinos, a las infusiones y los destilados y acompañada de platillos, bocadillos, ensaladas o postres.
El nuevo Aürt respira el entusiasmo de un equipo joven (muy joven) del que Artur Martínez se siente más que orgulloso, como si fuera su padre, después de salir de su zona de confort. Él les ha inculcado la pasión y su manera de ver la gastronomía y eso se nota hablando con ellos o viéndolos cocinar. Un buen equipo, capitaneado por el jefe de cocina Pol Ruiz y su segundo, Marc Cano, ambos de Capritx, apoyados por Macià Begur, Xavi Romero, la pastelera Alba Llacera.
“Creo que era el momento de sacarle partido a esa zona fundamental de un hotel que es el lobby y nos encanta que la gente pueda ver lo que hacemos. Es bonito mostrar cómo cocinamos”, dice Artur Martínez. "Nos inspiramos en lo local. Partimos de la tradición y de ingredientes que el cliente ya conoce, pero les damos la vuelta y realmente sorprenden”.
"Artur tiene tiene ese punto didáctico que hace que cualquier que esté a su lado aprenda. Eso define muy bien también Aürt, estando tan cerca el comensal de nosotros y que haya interacción mientras cocinamos", explica Marc Cano.
El espacio, para tan solo 15 comensales, hace que toda la experiencia sea mucho más íntima. "Prefiero la sencillez reflexionada a la complejidad forzada" es la frase que sintetiza la ideología del restaurante, una cocina natural y nítida de técnica eficaz e ingredientes escogidos.
"No entendemos la alta gastronomía sin ser una gran familia, aquí no hay gritos ni mal ambiente, aunque eso no quita que seamos muy auotoexigentes. No tenemos los tics de la alta cocina, con gritos y mal ambiente", dice Artur Martínez. Su secreto es ser como una gran familia, como esos vestuarios de fútbol que tan bien funcionan. No solo el tiempo que pasan juntos dentro de la cocina, si no también esos afterworks que tanto equipo hacen. Y sin duda, esa es su clave del éxito.
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