Diversión dentro y fuera del plato

Un restaurante colorido, de aspecto informal y con una decoración cuidada pero muy «casual» es lo que nos pide el cuerpo en plena avalancha de calor. Ahora apetece cocina refrescante, sin demasiadas ataduras y, a ser posible, puramente mediterránea. Para ponerlo en práctica merece la pena acercarse hasta El Columpio, un coqueto restobar que ha revolucionado el barrio de madrileño de Chamberí con una carta muy fresca para casi cualquier hora del día, ya que está abierto todos los días de la semana en horario ininterrumpido.

De aspecto alegre y muy jovial, el interiorismo del restaurante cuenta con el sello de la arquitecta Marta Banús, quien ha recreado en El Columpio tres ambientes plagados de aromas y recuerdos. Por un lado, la zona de barra, de aire rústico con utensilios y aperos tradicionales, que da paso a un salón comedor de aspecto más sofisticado. Por último, la zona chill out, de ambiente más relajado, es ideal para las largas noches de verano, pues parece trasladarnos a un chiringuito de playa, con mesas para compartir.

Sencillez en el plato

En un espacio o en otro, lo importante es comer bien, y en eso El Columpio no defrauda. Sin grandes artificios ni florituras, la cocina que se presenta es sencilla, pero con un toque personal muy propio. Buen ejemplo de ello es su ensaladilla rusa, elaborada con patata, pimientos y una mahonesa especial. Otros entrantes que merece la pena probar son el pulpo braseado con magreta crujiente y salsa romesco, así como el chipirón a la plancha, donde prima la calidad del producto.

Entre los platos fuertes de la temporada estival sobresalen el arroz meloso de mar, muy suave y ligero, así como el tradicional salmorejo cordobés, aunque también es posible degustar algo más contundente como el bacalao con salsa Shitake o el curioso sándwich taiwanés de pato.

La oferta se completa con una interesante carta de vinos con más de 20 referencias de las principales denominaciones de origen españolas, así como un amplio repertorio de combinados. Y todo ello sin olvidar su carta de coctelería propia que invita a ser degustada al caer la tarde, entre amigos y sin prisas.