Lifestyle
Un verano sin un solo plato caliente
Refréscate desde dentro con una elección inteligente de tus comidas.
Refréscate desde dentro con una elección inteligente de tus comidas.
Tenemos sensación de calor, no se está bien en ningún lugar, salvo si se activa el aire acondicionado y casi no tenemos ganas de comer. Este es el escenario en el que nos sitúa el verano, y aunque parezca una contradicción, notamos calor a 30 grados aunque nuestro cuerpo esté por encima, unos 36 grados. Según explicaciones científicas, esto es así debido a que el calor que genera nuestro cuerpo para funcionar es expulsado a través de la piel y, cuánto más calor hace fuera, más difícil resulta deshacerse del calor interior, generando esa sensación de calor y más calor. La alimentación tiene un enorme efecto térmico sobre nuestro cuerpo y metabolismo, y según constataciones científicas, la diferencia entre un animal alimentado y otro no alimentado puede variar hasta cinco grados en las mismas condiciones. Este efecto de los alimentos también afecta a los humanos, según el estudio ‘Whole body, calroimetry studies in adult men’ del British Journal of Nutrition, una hora después de comer carne picada la temperatura de la piel de una persona puede aumentar hasta dos grados.
Agua y alimentos hidratantes
Sea como sea, son de sobra conocidos los efectos de una buena hidratación, de modo que es preciso tanto beber agua como ingerir alimentos que incluyan grandes dosis de H2O, permitiéndole al cuerpo reponer el líquido perdido a través del sudor. No obstante, también hay otros alimentos que permiten que el calor huya de nuestro cuerpo, como aquellos que nos impulsen a sudar y contribuyan a eliminar el calor corporal. Una genial opción, usada en los países asiáticos en abundancia, son los condimentos picantes. En el norte de África usan, por ejemplo, las bebidas calientes, como el té. De hecho, el agua no hay que beberla muy fría, sino del tiempo, para evitar que tenga un choque con el cuerpo y este responda con más calor tratando de equilibrar la gélida temperatura. También pueden usarse las propiedades de los alimentos para combatir el calor: por ejemplo, las verduras tienen pocas calorías y mucho contenido en agua.
Nuestros tips...
El vino, ¡bien frío!
Aunque es mejor tomar alimentos en consonancia con la temperatura exterior, te proponemos un vino bien frío que será muy apetecible para tu cerebro, y no tanto para tu temperatura corporal, pues las calorías y el contraste térmico pueden hacerte subir un poco más.
El café, con rollo mediterráneo
Si la bebida mediterránea por antonomasia es el café, y no el té de menta como en el Norte de África, te proponemos beber café caliente este verano: su alta temperatura te ayudará a disipar el calor interior.
¡Que no falte el gazpacho!
Recetas de gazpacho hay muchas. Su poder refrescante es ineludible: con un corazón de verduras llenas de agua y pocas calorías, esta bebida sirve como primer plato y es superrefrescante. Como tip: Hoteles Center ofrece un truco de chef para que el color sea de lo más apetecible.
Helados de diseño
Los helados de crema no serán los que más te hagan pasar el calor, aunque sabemos que resultan superapetecibles. Sí los polos de hielo, aunque derrítelos bien con la boca antes de adentrarlos en tu cuerpo para evitar que este busque compensar su fría temperatura con más calor.
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