«American way»

Entre tanta tensión y tormentas políticas que nos han tenido en vilo también hay momentos maravillosos y llenos de ternura. En España nos invade una costumbre que viene de USA y se está adoptando rápidamente: el «american way», que tanto parece gustarnos por más que algunos sigan gritando «yankis go home». Se trata de celebrar el «baby shower». Para los que no sepan en qué consiste, es una reunión de mujeres amigas de la embarazada para homenajearla en una fiesta en honor de la mamá y con regalos para el futuro niño/a. Suele organizarse dos meses antes del parto en casa de alguna amiga. En el caso de mi queridísima Olivia de Borbón la hice en la mía, ya que voy a ser la madrina de Fernando, el bebé en camino.

Estaba muy ilusionada con esta fiesta y, en los pocos momentos que tengo libres con las grabaciones de «MasterChef Celebrity» me dediqué a organizar todo en azul y blanco con un resultado precioso. La decoración de la mesa y todos los dulces era de cuento, con ositos de azúcar y «cupcakes» deliciosos, llenos de motivos para bebés que hubiesen hecho las delicias de cualquier niño. Estaba nerviosa esperando a la futura mamá para ver su reacción ante la fiesta dedicada a su niño. Fue preciosa. Olivia, cuando vio todo junto a un enorme globo dando la bienvenida a su hijo, se emocionó hasta las lágrimas y yo me sentí la mujer más feliz del mundo por su felicidad. A continuación empezaron a llegar las amigas cada una con su regalo. Todo eran abrazos y alegría. El momento apertura de regalos es fantástico, empiezan a surgir todo tipo de modeletes, patucos, mantitas y ajuares para un recién nacido. Nos juntamos un montón de mujeres con ganas de pasarlo bien. Como me decía Coki Prieto Pareja-Obregón, «la tuya es mi casa favorita en el mundo porque jamás se te vacía la copa de champán, es magia». Coki es muy divertida.

También estuvieron Carmen Martínez-Bordiú, Mónica Martín Luque, Cristina Tomás de Carranza, la marquesa de Paúl y muchas más guapísimas y estupendas mujeres que no paramos ni un momento de hablar. ¡Y cómo no! En la conversación no podía faltar el nuevo Gobierno, con el consiguiente asombro ante alguno de los ministros que lo forman.

Personalmente hay dos que me gustan: el de Justicia, Grande-Marlaska, y Josep Borrell, que al menos pondrá un poco de sentido común al enloquecimiento secesionista catalán. Pero la gran sorpresa ha sido Màxim Huerta. Como persona es estupendo y estoy segura de que dará lo mejor de él mismo para ser un buen ministro de Cultura y Deportes. Hace muchos años que nos conocemos, los dos trabajábamos en Telecinco. Tengo una anécdota muy simpática con él. En 2013 ambos quedamos finalistas de los «Tweets Awards» como los mejores twitteros de España y ahora les confieso algo: ¡que yo fui la ganadora! Me sentí más feliz que si me hubiesen otorgado un Oscar. Subí al escenario y me largué un «spich», hablando más o menos aobre la experiencia vital y aprendizaje sociológico que había supuesto Twitter para mí. Ahora ya puedo decir que en un cara a cara gané a un ministro. Deseo a este Gobierno suerte porque la va a necesitar para enfrentarse a sus socios y, especialmente, que pien-sen en los españoles y no gobiernen de espalda a ellos. Feliz fin de semana, lleno de sosiego y tranquilidad, después de tantos «sofocos».