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Carmen Tello, la otra ausente: «Encuentro extraño que no me hayan invitado»

Hasta que Alfonso Díez llegó a la vida de Cayetana, sus íntimos amigos eran conscientes de que la duquesa se sentía muy sola y le hacían mucha compañía. Tello, sin embargo, se ve ahora desplazada

Carmen Tello / Foto: Manuel Olmedo
Carmen Tello / Foto: Manuel Olmedolarazon

Hasta que Alfonso Díez llegó a la vida de Cayetana, sus íntimos amigos eran conscientes de que la duquesa se sentía muy sola y le hacían mucha compañía. Tello, sin embargo, se ve ahora desplazada.

Fue la amiga más íntima, la confidente, incluso el paño de lágrimas de Cayetana, la Duquesa de Alba, pero hoy no estará presente en la boda del año. Carmen Tello será una de las grandes ausentes en el enlace de Fernando Fitz-James Stuart, duque de Huéscar e hijo del actual Duque de Alba, con Sofía Palazuelo. Sabidos son los desencuentros entre ella y parte de la familia Alba. De este modo, no ha sido invitada a la boda y confiesa en exclusiva para LA RAZÓN que «no entiendo esta actitud, no me duele que no me hayan invitado, pero sí que me extraña. Ellos sabrán por qué me han “olvidado”, tanto a mí como a mi marido, Curro Romero. De mi familia van todos... De cualquier forma, no quiero líos. Espero que todo transcurra bien, yo no le guardo rencor a nadie. Pero le repito que están invitados todos los amigos de Cayetana excepto nosotros. Ni me molesta ni me duele, simplemente me extraña. Creo que mi hijo Enrique va a ser testigo de la boda».

–Su primer marido es el tío del novio...

–Yo soy madre de sus primos hermanos por parte de los Solís. Mi ex marido es hermano de Matilde, la madre de Fernando.

–¿Cree que el actual Duque de Alba está dolido porque su madre tenía más confianza con usted que con sus propios hijos?

–No creo que sea por eso. Mi relación con los hijos ha sido muy escasa, yo era íntima amiga de su madre, a los hijos no les trataba... Bueno, al actual Duque de Alba, un poco más, porque estuvo casado con mi ex cuñada, Matilde Solís, muchos años. Y tengo una relación muy cordial con Cayetano, es muy buena gente. El año pasado colaboramos para sacar adelante el monumento a su madre que está en la Iglesia de Los Gitanos. Y cada hermano contribuyó con el dinero que quiso.

–¿Qué opina de Fernando, el futuro Duque de Alba?

–Es una persona estupenda, encantadora y seria. Un buen chico. A Sofía no la conozco, pero mis hijos me han comentado que es una mujer estupenda y educadísima.

–¿Les ha mandado un regalo?

–No. Porque podía comprometerles mandarlo sin haber sido invitada. No sería correcto. Es como pedir una invitación a quien no te ha invitado, ¿no?

–¿Qué piensan sus hijos de que no la hayan invitado?

–Ellos no se meten en esto, ni les he puesto en el compromiso de que opinen sobre el tema. Mis hijos saben que quiero mucho a Fernando...

–El viudo de Cayetana, Alfonso Díez, está en la lista de asistentes.

–Sí, es lógico. Estuvo con nosotros hace un par de semanas y está estupendo.

–El mes que viene se cumplirá el cuarto aniversario de la muerte de la Duquesa. ¿Cómo la recuerda?

–Me acuerdo muchísimo de ella, de la compañía tan enorme que nos hacíamos la una a la otra; nos ayudábamos mutuamente, tanto en las alegrías como en las tristezas. Cayetana, hasta que llegó Alfonso a su vida, se sentía muy sola. Era una mujer que se entregaba mucho a sus amigos...

–¿Su hijo Carlos está cumpliendo bien como Duque de Alba?

–No me he preocupado en saber cómo lo está haciendo.
A él lo conocí a través de su madre y nos vimos pocas veces. Le deseo toda la felicidad a su hijo Fernando con Sofía.

–¿Cómo se encuentra su marido?

–Pues con casi 85 años y mucha artrosis. Le cuesta trabajo andar, pero es un hombre muy fuerte, con muy buen espíritu.