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Demi Lovato toca fondo con sus adicciones

Demi Lovato toca fondo con sus adicciones
Demi Lovato toca fondo con sus adiccioneslarazon

La historia se repite cumpliendo el cliché con escalofriante exactitud. Ya se sabe: estrella infantil, adolescente y juvenil criada bajo las faldas de Disney, todo sonrisa de perfectos dientes blancos que termina al borde de la guadaña por las drogas. Ese es el caso de Demi Lovato, que ayer fue hospitalizada en Los Ángeles por una supuesta sobredosis de heroína. Demi Lovato tiene todavía 25 años y lleva trabajando desde que tenía 8. Con 15 años ya se había convertido en un fenómeno mundial, pero antes, a los 17, era adicta al alcohol. A los 19 años había conseguido desintoxicarse, pero el pasado 15 de marzo la cantante compartió una canción para celebrar su abstinencia con el elocuente título de «Sober» («Sobria») y con la que en realidad estaba lanzando una gigantesca llamada de auxilio: «Papá, ya no estoy sobria, lo siento», cantaba. «Despiértame cuando se hayan ido los temblores y hayan desaparecido los sudores fríos», dice en otra parte de la letra. Demi pide perdón a sus padres y a todo el mundo por estar perdiendo la batalla contra el alcohol y otras adicciones, como relata en «Simply, complicated», película en la que aborda su dependencia, también, de la cocaína. «Llegué a un punto en que o estaba drogada o estaba pensando en drogarme», reconoce en la cinta. Pero todavía nos falta la bulimia que aqueja también a la cantante, la insoportable presión por encajar en un ideal de belleza, por gustar a los demás en vez de a uno mismo. Algo está muy podrido en la industria del entretenimiento, que podría defender su honorabilidad y respetabilidad, pero que, hasta en su vertiente más «mainstream», en realidad destroza las vidas de sus protagonistas. Cómo será de grande el vacío interior de las estrellas infantiles que todas terminan mal. Y cómo estaremos de sordos (o de desinteresados) para no querer escuchar que se acercan a su final.