Rojo
Duelo de millonarios en Sotogrande
Unidos en su pasión por el golf y el polo, Victor Vargas y James Packer exhiben en Cádiz su poderío... y sus novias.
Hoy en Sotogrande –ese pedacito gaditano también conocido como Tostóngrande– no se podrán medir en un duelo de polo dos famosos megamillonarios: el suegro de Luis Alfonso de Borbón y padre de María Margarita, Víctor Vargas, y el nuevo mejor amigo de Miranda Kerr, el australiano James Packer.
Ambos viajan en sus boing privados y viven en sus embarcaciones. Uno, en un yate al abrigo del puerto, y otro, en un rompehielos enfrente de la Costa. Los dos son separados y tienen tres hijos. Uno aparece siempre en la lista de los más ricos y el otro lo intenta y ambos han venido con sus novias y son rivales en el polo, su máxima diversión, junto con el golf. Si James Packer ( Sydney, Australia, 8 septiembre 1967) gana esta tarde la copa de Oro del 43 Torneo Land Rover de Polo de Sotogrande con su equipo, el Ellerston, los fuegos artificiales están garantizados. Todo lo grande que tiene Packer lo tiene su vida. Él no goza de un yate, si no de un rompehielos, el Artic, al que no le falta helicóptero, submarino, moto, lancha, terraza, tobogán, antena y satélite; y lo comparte con sus amigos, como Miranda Kerr, que se presentó en sus 50 metros de eslora a pasar unos días con su nuevo mejor amigo australiano, al mismo tiempo que la ex mujer de James, Erica Baxter, y el ex de Miranda, Orlando Bloom, pasaban juntos unas vacaciones en Baleares. Durante un tiempo fue seguidor de la cienciología por mediación de Cruise y se ha casado y divorciado dos veces. El primer matrimonio duró dos años con la modelo Jodhi Meares. El segundo, con la también modelo y cantante Erica Baxter, le duró seis –la boda le costó el mismo número en millones de dólares– y le dio tres hijos de 6, 4 y 2 años. Casualmente, un mes después de separarse Packer, Kerr anunciaba el fin de su matrimonio con Bloom. Packer es el tercer hombre más rico de Australia y en Sotogrande creen que es un magnate de los medios de comunicación, olvidando que su fortuna viene del entretenimiento: casinos, restaurantes, spas, resorts y como productor de películas, como «Gravity».
Los clubes del momento
Santa María Polo Club, situado en Sotogrande, es uno de los lugares más lujosos para practicar este deporte. Allí se reúnen los equipos más importantes del mundo, donde en muchas ocasiones sus jugadores son grandes magnates internacionales que figuran como candidatos para la revista «Forbes». Se encuentra en primera línea de playa y tiene parte de sus instalaciones renovadas. Por otra parte, está también el Club de Golf Valderrama, uno de los más elitistas y clásicos actualmente.
Victor Vargas, el millonario venezolano de 61 años que preside desde 1998 el Banco Occidental de Descuento, se ganó el sobrenombre «del banquero de Chaves». Su punto fuerte ha sido apoyar la revolución bolivariana; tanto es así, que el hijo que ha tenido con su novia, María Beatriz Hernández, se llama Victor Simón, como el considerado padre de la revolución, Simón Bolívar. Es un hombre nada discreto, aunque en Sotogrande no se le conozca más actividad que pasear a su hijo y jugar al polo. Si Packer duerme en el rompehielos, Víctor Vargas lo hace en el yate Ronin. Una embarcación con el casco de aluminio diseñada por Norman Foster de 59 metros de eslora y dos motores de 6000 caballos. Y debe de estar tan a gustito con el quiropráctico que les acompaña y el aire acondicionado del barco que apenas salen, eso sí, debidamente customizado de famoso que no quiere que le reconozcan: gorra calada, gafas negras y bermudas. A pie de yate aparca un Range Rover negro que pertenece a su novia, una mujer que viste estilo «country lady», que mantiene esa distancia justa entre el «aquí estoy yo y el no me hables si no te pregunto», y que se gasta una cantidad tan desorbitada en ropa en el puesto de «Faruk Corazón» del mercadillo de Sotogrande, que podría vestir a toda la tripulación del yate. Vargas se reserva el Ferrari rojo. Sale del polo en el deportivo que conduce uno de sus polistas y él lleva a su hijo en brazos, los dos de copilotos. Sus dos coches disponen de matrícula española, lo que significa que, o bien los alquila, o tras el verano se deshace de ellos porque la pareja suele vivir en Palm Beach. Se encarga de puntualizar que tiene dos yates, tres aviones, una finca, un montón de casas y dos equipos de polo, llamados «Lechuza Caracas». Es por todas esas posesiones por lo que no se pone de acuerdo con su ex mujer Carmen Leonor Santaella, madre de sus dos hijas mayores, para el divorcio. No ha contado este año con la visita de su hija, la que sería reina de Francia para los legitimistas, María Margarita y sus nietos, los pequeños «delfines», porque este año han decidido no veranear en Sotogrande.
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