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El puritano testamento de Hugh Hefner
Si alguno de sus cinco herederos, mujer y cuatro hijos, cae en las drogas, el alcohol o derrocha el dinero perderá su remuneración.
Si alguno de sus cinco herederos, mujer y cuatro hijos, cae en las drogas, el alcohol o derrocha el dinero perderá su remuneración.
El fundador del imperio erótico «Playboy», fallecido el pasado 27 de septiembre a los 91 años, siempre alardeó de que compartió cama con al menos mil mujeres y de haber bebido piscinas de whisky, pero su vida de excesos ha querido que acabe con él y siguiendo la premisa de «haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago» ha dejado un estricto y puritano legado para sus herederos: su mujer, de 31 años, Crystal Harris, y sus cuatro hijos: Christie (65), David (62), Marston (27) y Cooper (26). Y así, según la información publicada por el diario «The Blast», que filtró el contenido del testamento escrito por Hefner desde 1991, si sus beneficiarios abusan del alcohol o de sustancias ilegales perderán automáticamente el derecho a disfrutar de los al menos 36 millones de euros que él les dejó en patrimonio. Tampoco les deja espacio al despilfarro.
Según las últimas voluntades de Hefner, publicadas en «The Blast», la cláusula titulada «Abusos de sustancias» establece que cualquier beneficiario que «use o consuma con frecuencia cualquier sustancia ilegal o dependa clínicamente del uso de alcohol o cualquier otra droga legal» será dado de baja del fideicomiso. La determinación del abuso queda en manos de los fideicomisarios, especialmente si creen que el «beneficiario no puede cuidarse a sí mismo o no puede administrar sus asuntos financieros», otorgándoles incluso el poder de solicitar una prueba de drogas si sospechan de uno de los herederos. Si las pruebas salieran positivas perderían automáticamente sus remuneraciones. Eso sí, tendrán derecho a rehabilitarse y a una nueva oportunidad. Si después de un año demuestran «sobriedad absoluta» o estar «limpios» y decididos a cuidar de sí mismos, podrán disfrutar nuevamente de los privilegios económicos.
El fideicomiso también incluye algunas otras disposiciones interesantes, como la información de su familia. Hefner, que vivía una vida cargada de sexualidad, se aseguró de explicar exactamente qué niños eran realmente suyos. Dejó estipulado que desheredaba a «cualquier persona que dice ser mi hijo, incluido cualquiera concebido después de mi muerte, a menos que ese niño haya vivido conmigo en mi hogar y haya sido reconocido por mí como mi hijo».
Él, por su parte, ya descansa desde el día de Navidad donde siempre deseó, junto a la tumba de su adorada Marilyn Monroe, su primera «playmate».
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