España y la alegría de vivir

Llevo una semana pegada a las noticias en radio y televisión. No me interesa otra cosa que no sea intentar conocer cómo va esta confusión en la que ha sumido Puigdemont al pueblo catalán lanzándolos al abismo. Hoy por fin tenemos algo claro: se ha puesto en marcha el 155 después de dar todo tipo de salidas a la Generalitat y su Presidente, y este a su vez, ha declarado la independencia de la República Catalana, después de haber estado jugando y mareando la perdiz en un juego que más parecía de «trileros» que de unos políticos serios. A partir de ahora, con todas las dificultades, que serán muchas, se aplicará la Constitucion y la ley. Los dirigentes catalanes y su clase política se han suicidado en esta huída hacia la nada, se ha suicidado la Presidenta del Parlament que en su arrogancia, burlándose y dejando en silencio y mudos a la oposición, ha seguido adelante y no ha tenido ni el coraje de enseñar a los catalanes su papeleta a favor del sí antes de meterla en la urna. Costará recuperar la legalidad vigente, pero al final se logrará porque estamos en un estado de derecho, democrático, perteneciente a la comunidad europea. Es una falacia comparar, como ha hecho la Generalitat, al estado español con la España de Franco; no tiene nada que ver y no puede ser ninguneado de la manera como lo ha sido hasta ahora por estos independentistas sediciosos. Cualquier gobierno hubiese reaccionado de la misma manera. Parece increíble que una minoría tenga subyugada a la mayoría. Se ha creado odio. Se ha dividido de una forma imperdonable a la sociedad catalana. La historia los juzgará.

Pero hoy los españoles han escuchado lo que hace tiempo queríamos oír: un presidente, Rajoy, que de forma contundente está preservando la unidad de la patria y la legalidad después de tanto abuso y tanta cerrazón. El Senado, al que todos hemos criticado e incluso enterrado, ha sido crucial. Ahora la historia, en una suerte de justicia poética, ha puesto al Senado en la tesitura de restituir la legalidad en un territorio donde se ha dado un golpe de Estado. Esto supone la intervención del Parlament de Cataluña y la intervención de su Govern. Otra opción de la Fiscalía es la opción penal, esa depende de los jueces. Estamos asistiendo en vivo y en directo a la consumación de delitos. No hace falta hablar de presuntos. Se están retratando y sonriendo con la comisión de delitos, diría incluso que se están vanagloriando. Según ha dicho nuestro presidente, el 155 se aplicará con mesura, tranquilidad y eficacia. Eso es lo que esperamos la mayoría de los españoles y del pueblo de Cataluña. Estoy harta del victimismo del Govern cuando se lo han ganado a pulso.

Hoy les escribo desde Sevilla y me gustaría hablar de lo preciosa y romántica que está esta ciudad, pero imposible no escribir sobre lo ocurrido ayer en España. Después de lo visto me he lanzado a recorrer sus callejuelas y rincones terminando en la Plaza del Salvador donde había quedado con amigos para tomarnos una cervecita. Animación y gentío disfrutando del sol... Porque entre otras cosas, eso es España, alegría de vivir, saber disfrutar de nuestro delicioso clima, de los amigos, de la vida, compartiéndola con nuestra diversidad, tan enriquecedora. El catalan, el euskera, el gallego forman parte de nuestra riqueza cultural y debemos cuidarlos y potenciarlos, sin por ello denostar a la maravillosa lengua Castellana, la segunda más hablada en el mundo. Esta noche celebraremos en el Palacio de Dueñas los premios de la revista «Escaparate» 2017, en los que nuestro anfitrión, Mario Niebla, hará que nos sintamos felices y nos marquemos alguna «Rumbita gitana», así que me voy a preparar para estar a la altura de tan bello lugar e invitados. Seguro que hoy toca «morritos rojos».