Restringido
Ibiza: juego de tronos
Son los responsables del despegue y la promoción de la isla Pitiusa, que se ha convertido en un destino predilecto para el turismo de lujo. Ya rivaliza con clásicos como Saint Tropez
Son los responsables del despegue y la promoción de la isla Pitiusa, que se ha convertido en un destino predilecto para el turismo de lujo. Ya rivaliza con clásicos como Saint Tropez
Quienes conocen bien la isla defienden que todavía sigue manteniendo esa atmósfera «hippie» y liberal que la convirtió en el refugio de la bohemia de los 70, a la que más tarde también se le sumarían los «royals» en busca de intimidad. Pero Ibiza, convertida hoy en una de las cunas del turismo de lujo, también ha sabido ampliar su «target» y explotar sus recursos atrayendo en la actualidad a toda esa fauna que se acuña dentro del término «celebrity» y que lo mismo recoge a oscarizados intérpretes del «star system» de Hollywood como a famosos sin mayor mérito que cierto «glamour» alocado a la hora de gastarse la fortuna de papá –véase Paris Hilton–. La isla pitiusa ha ido ganando adeptos entre los «vips» hasta conseguir arañar un buen porcentaje de turistas a clásicos destinos de «alto standing» como Mónaco y Saint Tropez. La explicación del fulgurante éxito de Ibiza en la última década pasa en gran medida por el tejido empresarial: la evolución del modelo de negocio tradicional hacia el mercado «high» ha convertido esta latitud del Mediterráneo en el el paraíso de las mayores fortunas del planeta. «Es siempre una opción tentadora, tiene glamour y calidad y es cara, sí, porque todo lo bueno se paga. Pero sigue siendo un sitio de clubs, de buena música, de 24 horas de fiesta, de chicos y chicas bonitas... El público exigente buscaba calidad y la ha encontrado. Eso es lo que ha hecho el empresario en la isla, ahora estamos en la cresta de la ola», explica Luis Sandobal, de Vip Ibiza Vip, una de las consultorías locales con mayor tradición en el asesoramiento a los turistas de lujo.
Son ellos, los empresarios de los principales locales de moda, los que han ayudado a que Ibiza sea una parada ineludible entre los bolsillos más poderosos. Entre los que más han apostado por esta transformación destaca la familia Matutes. Casi todo lo que ocurre en la isla blanca tiene que ver con ellos. Poseen inmobiliarias, parques acuáticos, barcos y 12 de los más importantes hoteles de lujo de Ibiza. Su imperio se extiende cada día más ofertando multitud de actividades a las 30.000 personas que aterrizan en Ibiza cada día. Detrás de la mayoría de estos proyectos se encuentra Abel Matutes Prats, el hijo del ex ministro, que ha sido uno de los artífices de la joya de la corona del patrimonio del clan en la isla: el Ushuaïa en la playa d'en Bossa. Un lugar cosmopolita, que mezcla el concepto de hotel con el de discoteca y la música electrónica de calidad –su sala de conciertos tienen capacidad para 5.000 personas–, con los DJ más reconocidos, como David Guetta y Avicci. Pernoctar en el complejo de los Matutes puede variar de los 250 euros a los 10.000, si se incluyen los extras más lujosos. Leonardo Di Caprio, Kylie Minogue, Naomi Campbell y Cristiano Ronaldo, entre otros, han sucumbido a sus encantos y se han hospedado en el Ushuaïa.
Pero no es la única familia de empresarios a los que Ibiza debe parte de su despegue hacia el mercado del lujo, que se ha mantenido a pesar de la crisis, porque sus clientes no se han visto afectados por ella, al contrario: «Algunos de los que antes eran millonarios son ahora billonarios», explica Vicky Torres, de Vip Ibiza Vip. Por eso,por lugares como el cabaret El , un espectáculo exclusivo en el que cena y música se entremezclan, de la familia Urgell –dueños del imperio Pachá–, o como el Amnesia, de Martín Ferrer, uno de los pioneros en este campo, transita cada día lo más granado de la sociedad internacional. El restaurante de Giuseppe Cipriani y el recién estrenado de Roberto Cavalli completan una de las rutas de mayor éxito entre las «celebrities» de la isla. «Ibiza está ahora en la Champion League. Es una isla espectacular y, en parte gracias a estos empresarios, ha evolucionado de forma muy positiva y atrae a millonarios rusos y árabes dispuestos a gastarse mucho dinero. Están haciendo que la gente venga y que sea conocida en todo el mundo», explica Labi Champion, uno de los relaciones públicas que mejor promociona este destino turístico entre deportistas y «celebrities». «Hace muchos años que soy el hombre de confianza en Ibiza de mucha gente famosa, aunque a mí no me gusta llamarlos así, son mis amigos. Les cuido sus casas, gestiono lo que me pidan y confían en mí», explica. Sus amistades le han otorgado a la isla la proyección internacional de las estrellas deportivas, aunque admite que, de ponerle un pero a la isla, éste sin duda sería el acoso de los «paparazzi»: «Aquí hasta los delfines llevan cámaras. Antes era una isla más libre en ese aspecto, la Duquesa de Alba venía a descansar y ahora tiene que ir pisando objetivos de los fotógrafos», comenta Labi, que ejerce de anfitrión en Ibiza para Pepe Reina, David Bustamante, Pepín Liria, Ana Obregón y Espartaco, entre otros. Es uno de los relaciones públicas de la isla con mayor solera, junto con Carlos Martorell –otro de los clásicos que mueve a un gran número de «vips» a través de la consultoría que lleva su nombre– y Román Fortunato, que también asesora a la «high class».
A pesar de las celebridades son los que atraen todos los focos, los verdaderos «vip», según aseguran los expertos, son los que nunca saldrán en la foto: «Hay gente que ha dejado de ir a Saint Tropez y viene a Ibiza porque está de moda y quieren hacerse ver. Pero sólo los ''mediopelo'' vienen aquí de postureo», afirma Sandobal.
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