Janet Jackson se divorcia cuatro meses después de dar a luz

La cantante pone fin a su matrimonio con el millonario catarí, Wissam Al-Mana

Poco más de cuatro años ha durado el matrimonio formado por Janet Jackson y Wissam Al-Mana, cuya felicidad quedaba colmada el pasado 3 de enero con el nacimiento de su hijo Eissa. Sin embargo, sólo cuatro meses después, la pareja ha decidido poner fin a su relación. Según «Page Six», la cantante, cansada de ciertos comportamientos de su marido, ha sido quien ha tomado la decisión. «Él se volvió muy controlador durante el embarazo y ella le permitió intervenir en su apariencia e incluso en la forma en la que realizaba sus conciertos», explicó una persona cercana a ellos. Un testimonio que parece ser cierto, ya que, según varios medios, el magnate de religión musulman modificó el contenido de la gira 2014 de la hermana del rey del pop, obligándola a vestir atuendos comedidos y llegando a prohibirle determinados movimientos en sus vídeos musicales, algo que hasta hace unos meses no suponía un problema a la diva de 50 años.

Para Janet Jackson no era su primer matrimonio. En 1984 dio el «sí, quiero» al cantante de R&B y soul James DeBarge cuando sólo tenía 18 años, aunque esa unión fue anulada un año después. Seis años más tarde, se casó con el artista mexicano Rene Elizondo Jr. y mantuvieron una convivencia de nueve años, hasta que en el 2000 la pareja decidió continuar cada uno por su lado sin imaginar que el litigio por el millonario divorcio se extendería durante tres años. A la tercera va la vencida, o eso dicen; sin embargo, para la benjamina del clan Jackson no parece que vaya a cumplirse tal profecía. Su último marido y el que parecía el definitivo es el empresario de Catar Wissam Al-Mana, con quien contrajo matrimonio en secreto en 2012.

Desafortunadamente, el amor se le ha ido apagando lentamente. Y es que las cosas entre ellos no marchaban bien desde hace mucho tiempo, algo que la cantante esperaba que mejorase con la llegada del bebé, según sus conocidos. Personas cercanas a la artista aseguran que el multimillonario obligó a Janet a vivir en Londres bajo estrictas normas musulmanas, que incluían no amamantar en público a su bebé. Además, tanto el entorno familiar como el círculo de amistades de Janet no mantenían una buena relación con Wissam, pese a que fueran contadas las ocasiones en las que podían coincidir.