Reino Unido
Kate Middelton y Meghan Markle hacen las paces por Navidad
Ambas apostaron las dos por un «look» monocromático en la cita de ayer
Ambas apostaron las dos por un «look» monocromático en la cita de ayer.
Una vez más, el protagonismo se lo han llevado las mujeres del príncipe Guillermo y de Harry cuando ayer acudieron a la tradicional cita navideña a la que asistió toda la familia real y en la que compartieron momentos llenos de complicidad. Cada 25 de diciembre todos se reunen en la iglesia de St. Mary’s Magdalene en el estado de Sandrigham (Reino Unido). Si ya el año pasado la duquesa de Sussex era el centro de todas las miradas al estar comprometida con Harry, este año lo ha sido también por estar embarazada de su primer hijo, además, su cuñada la duquesa de Cambridge apostó por el mismo estilo que ella, llevando un «look» monocromático. Cada duquesa añadió su toque personal y parece ser que ya tienen su color fetiche: rojo para la duquesa de Cambridge y azul marino para la duquesa de Sussex.
Kate Middleton lució un abrigo largo de corte clásico, entallado por la parte superior, terminado con algo de vuelo, en color rojo oscuro. El diseño contaba también con un cuello camisero de terciopelo con contraste y se abrocha mediante dos hileras de botones en la zona del pecho en unos tonos más oscuros que el resto del conjunto. Dadas las temperaturas de esta época del año, no podía faltar uno de los complementos estrella del «outfit» de Middelton: unos guantes oscuros a juego con el bolso de mano de estilo cartera de ante. También llevó el tocado de la misma gama cromática por el que caía la melena ondulada con la parte delantera recogida y raya en medio. No se olvidó de añadir unos pendientes de aro en color dorado de tamaño medio. Como calzado, los clásicos stiletto en color burdeos, desafiando una vez más las bajas temperaturas del invierno, pero que a su vez le han dado ese toque personal al que nos tiene acostumbrados. La duquesa de Sussex apostó por la sobriedad y elegancia de un «total look» en un color azul noche que disimulaba su ya avanzado embarazo. Esta tonalidad acompañó a Markle en otras ocasiones especiales, en concreto, cuando lució su último conjunto de soltera (públicamente) llevó un vestido del diseñador parisino Roland Mouret, sin olvidar su primer modelo como futura mamá en la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank. La mujer del príncipe Harry se decantó por un abrigo, también de corte clásico desabrochado que dejaba ver el diseño interior, que consistió en un vestido del mismo color con escote en forma de «V» líneas rectas y fluidas que combinó con unas botas altas de piel negras con algo de tacón. El «look» lo remataba con un tocado oscuro con el detalle de unas plumas y un velo. El cabello recogido le daba una apariencia de lo más seria y elegante.
Momentos de complicidad
A pesar de los rumores sobre la mala relación que tienen ambas, tras anunciar que los duques de Sussex se trasladan a otra residencia en Frogmore Cottaga (ubicada en los terrenos del castillo de Windsor), y por lo tanto dejarán de ser vecinos de los duques de Cambridge disfrutaron de momentos de complicidad y sonrisas junto a sus maridos y el resto de la familia real británica. Ambos hermanos apostaron por un traje en color azul marino y un abrigo tres cuartos abotonado en la parte central. Por otro lado, el príncipe Carlos fue el que rompió con esa línea cromática oscura luciendo un abrigo largo en color beige junto a una camisa en tonos rosados en sintonía con la corbata. Es el primer año que Meghan pasa como casada en la familia mientras que Kate está más familiarizada con la reunión de Navidad a la que cada año acuden.
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