La discreta primera dama del nuevo San Telmo

Manuela Villena es de Granada y ha renunciado a varias facetas de su vida para estar más cerca de su familia.

La esposa de Juanma Moreno Bonilla es el perfecto ejemplo de que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Leal, comprometida y siempre dispuesta, Manuela Villena conoce bien el significado del término sacrificio. No son pocas las renuncias a las que ha tenido que hacer frente para seguir la carrera de su marido, con quien contrajo matrimonio en septiembre de 2006 en Granada, su tierra natal. Nació en 1980 en la localidad de Padul, desde donde a una temprana edad se sintió atraída por el mundo de la política. No en vano, cursó la carrera de Ciencias Políticas, licenciatura en la que obtuvo extraordinarias calificaciones y con diversos premios y reconocimientos a nivel nacional.

Inmersa en la organización juvenil del PP Nuevas Generaciones, desde su adolescencia conoció a su ahora marido en Madrid, donde el matrimonio se instalaría poco después de contraer matrimonio. Allí pusieron los cimientos de una familia que en un corto plazo de tiempo alumbró a tres hijos varones, que tienen actualmente 9, 8 y 5 años y a quienes cuida y protege de manera entregada. En la capital de España inició su carrera profesional como asesora y consultora política en el ámbito público, a la que hubo de renunciar cuando el entonces secretario de Estado de Asuntos Sociales fue conminado a desempeñar la tarea de conquistar desde la presidencia del Partido Popular andaluz el gobierno detentado durante casi cuatro décadas por el partido socialista. Ya en Sevilla, y una vez recompuesta e instalada la familia, la joven politóloga inicia un nuevo período profesional en la empresa privada como responsable del área de relaciones institucionales de una conocida farmacéutica.

Manuela es una persona, al igual que su marido, muy hogareña. Le encanta la cocina, la buena mesa y la comida «healthy». Cuida al máximo su alimentación y la de los suyos, y en su despensa no faltan productos como la quinoa o la cúrcuma. Le gusta la moda, aunque su estilo pasa por vestir sin grandes estridencias y de manera discreta y sobria.

Adora a sus padres y especialmente a su hermana, Lala, su amiga, confidente y siempre leal apoyo. Se confiesa católica, y le gusta ir a Misa con periodicidad cada vez que le es posible.

Es además una apasionada de los deportes al aire libre; le gusta hacer «running» y disfrutar de actividades como el senderismo en compañía de su marido y sus tres hijos. En sus pocos ratos libres, es amante de la lectura, y acaba de terminar «Madera de líder» de Mario Alonso Puig.

Villena ha sido un pilar fundamental para el próximo presidente de la Junta de Andalucía que sigue a pies juntillas sus consejos y a buen seguro seguirá haciendo que Juanma Moreno nunca deje de tener los pies en el suelo. Pese a su temprana afición por el mundo de la política, siempre se había sentido atraída por la comunicación y llegó a plantearse estudiar la carrera de Periodismo, pero el hecho de que tuviera que mudarse a Málaga a estudiar hizo que la balanza se decantara por permanecer en Granada junto a su familia y optar por Ciencias Políticas. No fue óbice sin embargo para que ese espíritu de periodista y buena oradora perdure en ella y le guste estar perfectamente informada desde primera hora de la mañana. Huye, eso sí, de las redes sociales y se sirve tan solo de las nuevas tecnologías para hacer un uso moderado y óptimo de las mismas.

Además, no descarta poder, algún día –solo es cuestión de tiempo, reconoce–, cursar un máster en comunicación política, que añadiría a los cursos de especialización ya realizados, así como desarrollar algún tipo de voluntariado con el que reforzar su reconocible a todas luces en su entorno cercano, vertiente solidaria.