Elecciones generales

Anna Ruiz, la novia de Alberto Garzón, la primera dama oficial de la izquierda

Anna Ruiz, la novia de Alberto Garzón con la que comparte piso en Madrid, deja ver el lado más romántico del político, con el que comparte su afición por la lectura. Médico de familia, compagina el trabajo con sus estudios en antropología.

Anna Ruiz, la novia de Alberto Garzón, la primera dama oficial de la izquierda
Anna Ruiz, la novia de Alberto Garzón, la primera dama oficial de la izquierdalarazon

Anna Ruiz, la novia de Alberto Garzón con la que comparte piso en Madrid, deja ver el lado más romántico del político. Médico de familia, compagina el trabajo con sus estudios en Antropología.

Dicen que detrás del éxito de un hombre siempre hay una mujer, pero en el caso del líder de IU, Alberto Garzón, ella estaría a su lado. El político mejor valorado por las encuestas tiene el corazón ocupado desde hace tiempo por una joven doctora de mirada felina: Anna Ruiz. ¿Y quién es ella? ¿A qué dedica el tiempo libre?, repetiría la canción de José Luis Perales tratando de descifrar alguno de los enigmas de la primera dama oficial de la izquierda.

Se conocieron en Ronda, el pueblo natal de ella, cuando el líder de IU daba una conferencia, y desde entonces se han hecho inseparables. Anna Ruiz y Alberto Garzón comparten piso en Madrid, en el barrio de La Latina, con Eduardo, el hermano del político, del que ella presume en las redes y con el que se lleva de maravilla, unos inquilinos de lujo que le pueden cocinar unos macarrones o unas lentejas.

Garzón ha encontrado la paz en su médica. Es su confidente y quien con un abrazo es capaz de curar las heridas que deja la contienda política. La joven rondeña estudió Medicina en la universidad de Sevilla. Ahora trabaja en el hospital de La Princesa y eligió la especialidad de medicina familiar y comunitaria. Los que la conocen dicen que le gusta el trato con el paciente, la cercanía con el enfermo como una forma de mejorar así su calidad de vida.

Con la maleta a cuestas entre su Málaga y Madrid, llegó al Ministerio de Sanidad para elegir la especialidad y hasta allí la acompañó Garzón como un novio más. Luego vinieron las primeras guardias de Anna, los «dobletes y tripletes», el primer fonendo y la primera Navidad como médico, cuando percibió la cantidad de personas que en esas fechas pasan las fiestas en un hospital.

Las redes sociales se han convertido en cómplices del amor entre el líder de IU y la joven doctora de 26 años, con la que se intercambia continuos «te quieros» virtuales cuando la distancia les separa. Y es que Garzón es un detallista capaz de madrugar para sorprenderla y llevarla a desayunar chocolate con churros tras una larga noche de guardia.

Anna Ruiz no está afiliada a IU, pero tiene un fuerte compromiso social tanto a nivel ecologista, feminista, como con reivindicaciones en la defensa del aborto libre, la Sanidad Pública (Yo sí Sanidad Universal, marea blanca...) Está afiliada al PCE y también ha colaborado en conferencias del partido sobre temas relacionados con la Sanidad. Trata de compaginar su agenda con la de Garzón, pero resulta complicado y a veces le acompaña en algunos viajes. Desde la bancada del espectador le escucha, le aplaude e incluso hace de apuntadora si hace falta.

El 20 de diciembre, tras el veredicto de las urnas en las que IU sacó solo dos escaños, le dedicó en Instagram una fotografía con un texto donde le mostró su apoyo públiamente: «La suerte se construye. Y tú llevas construyéndola mucho tiempo. Gracias por tu fuerza, por tu tenacidad, por tu lucha», y tomándole prestadas las palabras a Mario Benedetti, le dedicó un «no te rindas, por favor, no cedas». Porque eres mi mejor revolucionario».

Además de su trabajo en el hospital se ha matriculado ahora en antropología, practica deporte y alguna vez ha salido a hacer «running» con Garzón, aunque ella prefiere el yoga y la pintura. No le gusta mucho el fútbol, pero es capaz de verlo si la ocasión lo requiere. Una de las pasiones que comparte con Alberto Garzón es la lectura. «El Médico» de Noah Gordon, «La sombra del viento» de Carlos Ruiz Zafón o un ensayos de feminismo de Silvia Federici son algunos de sus favoritos. Muchos de ellos regalos de Garzón, sobre todo uno: «La tercera república», cuyo autor es su propio novio. Aprovecha los tiempos del tren o el transporte público para devorar libros. Comparte con el líder de IU su afición por las aventuras de «Asterix y Obélix». El líder de IU tiene la colección entera y ella la ha completado gracias a algún que otro regalo de su pareja. Tal vez ahí habrán encontrado la poción mágica para la contienda electoral y poder defender así su particular Galia.

Largarse sin ruido

Anna y Alberto comparten dos gatos: Winter y Elendil. Ambos merecen un protagonismo especial porque llevan el nombre uno de «Juego de Tronos» y el otro de «El señor de los anillos» y son dos más en la familia. Han subido muchas fotos a las redes sociales de estos felinos que además son unos fieles seguidores de Garzón, capaces de quedarse prendados del televisor cuando el líder de IU está en un debate, perderse entre los libros y bolígrafos de su mesa de estudio o acompañarles en sus lecturas. Anna Ruiz vivió con angustia los minutos en los que llegó a casa y encontró que su gato, Elendil, se había escapado. De hecho, escribe en su cuenta de Instagram la similitud que tiene con estos felinos: «Me sorprende la gente que monta grandes espectáculos cuando cierra una historia» y ella, al igual queestos animales, «cierra puertas en silencio y se larga sin hacer ruido».

La fusión de IU y Podemos para concurrir a los próximos comicios del 26-J hizo que Pablo Iglesias y Garzón sellaran su alianza con un brindis con botellines de cerveza. Y es que el pacto del amor siempre es mejor con cerveza con la que brindar algo que comparte la joven doctora y Garzón. Por otro lado, ella ejerce de fotógrafa en sus escapadas a Galicia, Berlín, Roma, París, Melilla, La Rioja, Sevilla o su Málaga natal; convencida de que el líder de IU sabe posar mejor que nadie. De visita por el Congreso, la novia de Garzón se sentó en el escaño que ocupa Mariano Rajoy en el Congreso para hacerse una foto con el convencimiento de que sería mejor presidenta que el líder del PP y también en el sillón que ocupa el ministro de Asuntos Exteriores desde donde besó a su chico, su amor revolucionario.