Pintura
La «tía» pintora del patinador Javier Fernández
Gloria Estefanell fue la madrina deportiva del bicampeón del mundo de patinaje sobre hielo
Gloria Estefanell fue la madrina deportiva del bicampeón del mundo de patinaje sobre hielo.
En el madrileño barrio de Cruz del Rayo cada vez son más los que la conocen y se acercan a su estudio, ubicado en el 22 de la calle Gabriel Lobo, para descubrir su obra. Este fin de semana ha sido una de las paradas obligadas de La Ruta del Lobo, una iniciativa puesta en marcha por los comerciantes del barrio para dar a conocer sus negocios, abriéndolos e interactuando con el público. Quienes hasta allí se desplazaron contemplaban sus cuadros mientras se preguntaban por qué la cara de su autora les resultaba familiar. Una incógnita que despejaron al descubrir, primero, la temática deportiva de sus lienzos, y, después, su nombre: Gloria Estefanell: «Mi objetivo, siendo ya mayor (risas), es pasar dos o tres años pintando, experimentado, sin tener que exponer ni enseñar».
«showman»
Esquiadores, tenistas, golfistas y nadadores son los protagonistas de su obra. Y es que durante más de una década esta barcelonesa de 50 años ha tenido que compaginar su faceta artística con la deportiva, llegando a ocupar, hasta 2014, la vicepresidencia de la Federación Española de Deportes de Hielo. Ahí llegó después de un tiempo colaborando activamente en el club local donde su hija empezó a patinar con cinco años y en el que conoció a la persona por la que hoy su nombre es conocido: Javier Fernández. «Desde que lo conocí, siendo un canijo, supe que tenía talento. Por eso, cuando entré en la Federación, quise acompañarlo en su camino. Era quien mejor le iba a convencer de que no perdiera la oportunidad de formarse y seguir adelante». Tanto fue así que en febrero competirá por tercera vez en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang (Corea del Sur) como bicampeón del mundo y pentacampeón de Europa de patinaje de hielo: «Disfruto viendo cómo ha aprendido a ser un “showman” y a perfilar esa parte artística que al principio tanto le costaba».
Así que, para Gloria, Javier pasó a ser alguién más que el compañero de entrenamiento de su hija: «Cuando empezó a competir, yo era quien estaba ahí para despertarlo por las mañanas, recordarle que se pusiera las lentillas y que no se le olvidaran los patines. Era su “madre” deportiva y acabó llamándome “tita”, incluso la gente me felicitaba creyendo que yo era realmente su madre (risas)».
En 2011 llegó el momento de independizarse, aunque Gloria dejaba a su «canijo» en buenas manos, el expatinador y medallista olímpico canadiense Brian Orser, quien lo entrena en Toronto: «Nos echamos de menos, pero no perdemos el contacto. De hecho, le he enviado como regalo uno de mis cuadros».
Trajes y medallas
Para Javier, esta faceta artística de su madrina no es desconocida, ya que en cada viaje que hacía con ella siempre iba con cuaderno y lápiz en mano para amainar el «jet lag» dibujando cómics. Y no solo eso. Era, además, quien tenía la última palabra en el diseño de los trajes con los que Fernández competía. «También se los diseñaba, e incluso pintaba a mano, a patinadoras como Sara Hurtado y Sonia Lafuente», explica Estefanell, y añade que incluso bocetaba los carteles de las competiciones y las medallas de la Federación.
Por eso, las amistades que conserva de la élite deportiva conocen de cerca su obra y se muestran muy interesados por ella: «El presidente del Comité Olímpico y muchos de sus directivos vienen a ver mis cuadros y varios han acabado comprando alguno. El Consejo Superior de Deportes también ha enviado técnicos cuando he celebrado exposiciones», afirma. Y no solo a dirigentes cautiva su obra, sino también a los propios deportistas, como Rafael Nadal, que ya tiene colgado en su casa uno de los lienzos de la catalana, en el que dos tenistas sobresalen de la imagen a modo de relieve.
Estefanell se atreve, además, con el textil y la porcelana, y sus originales vajillas y camisetas han llevado a «Vogue» a incluirla en sus páginas como artista de vanguardia. No descarta lanzar una colección cápsula ni subir sus creaciones a una pasarela, aunque su ilusión es ayudar a las personas que más lo necesitan: «Se lo debo a la vida por lo bien que me ha tratado», concluye.
✕
Accede a tu cuenta para comentar