Asunción
Mónaco, la corte de los médicos
El Principado ya tiene su heredero, pero la incógnita sobre si la concepción fue artificial sigue enturbiando la felicidad de una cuestionadísima Charlène.
Es la primera vez en siete largos siglos de historia de la familia principesca monegasca que tienen una pareja de gemelos entre sus descendientes: Gabriella Thérèse Marie y Jacques Honoré Rainier. Por eso, cuando Derek Watts, periodista sudafricano cercano a Mike Wittstock, el padre de Charlène de Mónaco, tuiteó el pasado mes de agosto que la princesa estaba esperando gemelos, todo el mundo comenzó a opinar sobre quién sería o debería ser el heredero o la heredera del príncipe Alberto. El palacio confirmó poco después la noticia de forma oficial: «El príncipe y la princesa de Mónaco están felices de confirmar que esperan gemelos en su hogar para finales de año». Y a partir de ahí, las elucubraciones sobre la gestación de los hijos de la pareja principesca fueron sujeto de predilección en la Prensa «people»: que si fecundación in vitro, que si inseminación artificial con cónyuge, que si estimulación de la función ovaria... Nadie ha podido aportar datos fiables o informaciones fidedignas. Todo está basado en suposiciones, lo que no impide que sea algo que puede ser cercano a la realidad. El hecho de que Charlène de Mónaco no se hubiera quedado embarazada durante los tres primeros años de matrimonio, que tuviera ya una edad madura (36 años) y la fuerte presión mediática e institucional para ver colmados los deseos de tener un príncipe o princesa que continuara con la dinastía Grimaldi han podido terminar incitándoles a recurrir a terceros para poder dar nacimiento a un heredero.
Embarazo de alto riesgo
La revista «Voici» fue una de las primeras en hablar de esa posibilidad, descargando en el indefinido «algunos» su afirmación: «Si algunos evocan ya el recurso a una five, que aumenta las oportunidades de un embarazo de gemelos, la única certeza es que esta noticia ha obligado a la princesa a estar especialmente vigilada en un plano médico». La revista evocaba la posibilidad de un embarazo de alto riesgo y aseguraba que a Charlène de Mónaco le habían realizado «muchas ecografías para prevenir todo riesgo de nacimiento prematuro, mucho más elevado cuando se esperan gemelos».
Stéphane Bern, especialista en casas reales y conocido de la familia monaguesca (ha sido condecorado por el Príncipe Alberto II como caballero de la Orden de Grimaldi y les ha acompañado en múltiples ceremonias) afirmaba que ya era hora de que esperasen un hijo, y explicaba que el hecho de que Charlène hubiera realizado una carrera deportiva de alto nivel habría impedido a la pareja concebir durante un tiempo. Finalmente, el 9 de diciembre la princesa fue admitida en el hospital Princesa Gracia para realizarle los exámenes preparatorios antes de dar a luz a los gemelos, el día después, con cesárea, algo que había sido decidido semanas antes, como adelantó en su día el príncipe Alberto.
Tras anunciar el nacimiento de Gabriella y Jacques, su padre, Alberto de Mónaco, dijo que los niños serían presentados de forma oficial en torno a Navidades, pero finalmente han decidido pasar las fiestas en familia, al abrigo de curiosos y cámaras. Han dejado para más tarde la presentación oficial de los gemelos, que tendrá lugar el próximo 7 de enero, cuando hayan cumplido casi un mes de vida. Ese día será fiesta para el conjunto de personas que trabajan en Mónaco, que podrán así asistir al evento que tendrá lugar en la plaza del palacio. Hasta ese momento, el principado de Mónaco propone felicitar a los felices padres a través de la web. Han puesto en marcha un sistema de felicitaciones 2.0, y basta escribir a secr2s@palais.mc para hacerles llegar los mensajes de bonanza. También se podrá recurrir a otro sistema más clásico, pero habrá que esperar al 7 de enero. Ese día, desde las 9 de la mañana, hasta las 6 de la tarde, se pondrán a disposición de los monegascos y turistas registros de firmas y mensajes de felicitación en los Petis Quartiers del palacio.
Evidentemente, Alberto de Mónaco está feliz con el nacimiento de sus dos hijos, y así lo hizo saber en una breve alocución que dirigió a los monegascos el pasado jueves: «Mis queridos compatriotas y habitantes del principado. Tengo la gran alegría de anunciarles que la princesa Charlène, mi esposa bien amada, ha dado a luz el 10 de diciembre 2014 a un niño y una niña (...). Demos gracias a Dios por esta felicidad». Sin embargo, no es la primera vez que tiene ocasión de vivir la felicidad de la paternidad. Alberto de Mónaco ya tiene dos hijos, ambos reconocidos. Es padre de una joven, Jazmin Grace Rotolo, nacida en 1992, cuya madre es Tamara Rotolo, y un chico de once años, Alexandre Coste, hijo de Nicole Coste. La gran diferencia entre los primeros y los segundos hijos está en que Jacques y Gabriella van a disfrutar de la presencia constante de su padre, pero Jazmin Grace y Alexandre no han tenido la misma suerte, en especial el último, cuya madre comentaba este año que el príncipe Alberto había jugado muy bien su papel de padre durante los primeros años, pero le reprochaba que les hubiera descuidado desde que contrajo matrimonio con Charlène.
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