Sevilla
Manolita Chen, la «vedette» bajo la carpa
La popular artista de los años 70 murió el pasado domingo por causas naturales, y su cuerpo ha sido incinerado en un tanatorio de la provincia sevillana de Espartinas
La popular artista de los años 70 murió el pasado domingo por causas naturales, y su cuerpo ha sido incinerado en un tanatorio de la provincia sevillana de Espartinas
Hoy nadie utiliza el término sicalíptico, pero sería el que mejor definiría el Teatro Circo de Manolita Chen. Un teatro ambulante de los muchos que circulaban por las ferias de España en los años de posguerra. Una carpa astrosa, unos carteles de reclamo en la entrada y en su interior bancos corridos, suelo crujiente de pipas y variedades arrevistadas de ínfima categoría en el escenario. En ellos comenzaron los mejores artistas del flamenco y la copla. El teatro circo Cirujeda se paseó por España empotrado en las ferias de los caballitos y los autos de choque, pero el único que despuntó y se mantuvo a lo largo de cuatro décadas fue el Teatro Chino de Manolita Chen. Fundado en 1950 por el chino Chen Tse-ping y la «vedette» Manuela Fernández Pérez, hija de un agricultor de Cuenca emigrado a Madrid y empleado en la fábrica de gaseosas La Revoltosa.
Chen Tse-ping huyó con su familia a París tras las revueltas de Chiang Kai-shek. Llegó a España en 1934 y se refugió en Portugal durante la Guerra Civil española. De vuelta a Madrid, conoció a Manuela, que por entonces trabajaba de corista en el Teatro Circo Price, y se casaron en 1944. Chen Tse-Ping, alias «Chepín», se nacionalizó español y adoptó el nombre de Jesús. Juntos montaron el Circo Chino Chekiang, luego Teatro-Circo Chino y, más tarde, el Teatro Chino de Manolita Chen, con el que recorrieron España con una repertorio de variedades en el que se combinaban los acróbatas con lanzadores de cuchillos; payasos con humoristas e ilusionistas con cantaores. Como colofón, se llenaba la escena de coristas, encabezadas por la espectacular Manolita Chen, la reina de la picardía erótica.
En sus comienzos en París, la especialidad de la familia de Chen Tse-Ping habían sido las galas orientales: lanzadores de cuchillos, malabares con platos chinos y acrobacias con sables. Manolita Chen lo transformó en un teatro de variedades que incluía espectaculares coristas y números musicales. Los eslóganes de esta compañía ambulante de galas orientales era «Piernas, mujeres y cómicos para todos ustedes, simpático público». «50 artistas internacionales y 15 atracciones de Circo y variedades y bellísimas bailarinas». El suntuoso vestuario se debía al cantante retirado Pepe Ortega. Se hacían hasta siete funciones diarias. Las galas televisivas de los años sesenta y setenta imitaron su repertorio, pero el Teatro de los Chen se mantuvo por ferias de pueblo hasta finales de los ochenta.
w de bigote a marifé
Por su Teatro Circo Chino pasaron famosos caricatos y humoristas de la talla de Emilio el Moro, Fernando Esteso y Bigote Arrocet. Cantaores aflamencados como Rafael Farina y Juanito Valderrama. Estrellas de la copla como Marifé de Triana y Perlita de Huelva. Y una generosa ración de magos, ilusionistas y transformistas que imitaban a cupletistas y divas de la copla. El teatro ambulante se mantuvo hasta 1986. Llevaba en cabeza de cartel a los Hermanos Calatrava y las Hermanas Hurtado. Durante la Transición, la competencia inventó una falsa Manolita Chen: Manuel Saborido Muñoz, un travesti que suplantó su nombre artístico y trabajó en el Paralelo de Barcelona. La verdadera Manolita Chen había dejado el teatro en 1970 a causa de un tumor de oído. El domingo murió a los 89 años en una residencia de ancianos en Espartinas, Sevilla.
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