Pantoja no estuvo con su hermano el día en que le amputaron un pie

Bernardo permanece en un hospital de Sevilla sin la compañía de sus familiares.

Gran drama en la familia Pantoja. Bernardo, hermano mayor de Isabel, sufrió la amputación del pie derecho el pasado lunes en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Tan solo estuvieron en el centro sanitario su hija Anabel, su pareja sentimental, «la china» Junco y su hermano Juan. La intervención fue por la mañana, pero Anabel apareció sobre las cuatro y media de la tarde. De Isabel, Agustín y los sobrinos del enfermo, Kiko y Chabelita, ni rastro. A Bernardo se le considera «la oveja negra de la familia» por sus malas compañías y ciertos problemas que ha tenido con la Justicia. Una persona cercana asegura que «la relación entre Isabel y Bernardo está muy deteriorada desde que ella se negó a ayudar económicamente a su hermano en un momento en el que éste pasaba por serios problemas financieros. No nos extraña que Isabel haya preferido irse de vacaciones a Ibiza antes que estar en el hospital. Nos han dicho que ahora está en Cantora y que Kiko se encuentra en Sevilla, pero a día de hoy, que sepamos, ninguno de los dos ha visitado a Bernardo. Mientras, Isabelita sigue a su bola».

El problema que ha degenerado en la amputación se debe a una infección mal curada. El hermano de Pantoja padece diabetes y no se cuida como debiera. Nos desvelan que «la infección llegó al hueso y no quedó más remedio que operar». Bernardo está separado de la madre de Anabel, con la que Isabel Pantoja mantiene mejor trato que con su propio hermano, al que la tonadillera ha venido reprochando durante años su mala vida. Es más, en un programa de televisión se dejó entrever que la mala relación entre ambos podía ser la consecuencia de que, presuntamente, Bernardo habría intentado chantajearla a cambio de no contar a la Prensa cierta información sobre ella.

Malas compañías

Hace una década, Bernardo resultó herido al ser apuñalado en el barrio sevillano de Triana cuando, según sus propias manifestaciones, salía de un pub y dos individuos le atacaron. Sus vecinos contaron entonces que el primogénito de la familia iba con malas compañías y que el ataque podía deberse a un ajuste de cuentas. En el momento de escribir estas líneas, Isabel no había aparecido todavía por el hospital. Anabel ha aclarado que «la operación ha salido muy bien y ahora viene la rehabilitación». Pero nadie comprende por qué se divertía en las playas ibicencas mientras su padre estaba ingresado en el Virgen del Rocío. Este «abandono» familiar evidencia la frialdad que siempre ha demostrado Isabel ante los problemas más cercanos. Su tía y madre de Chiquetete, Manuela Cortés La Chumina, se quejó el pasado lunes de lo mal que se está portando con Bernardo, por el que siente un gran cariño.Ya veremos si le visitan estos próximos días. Le queda por delante una larga recuperación.