Pilar Rubio: «Estoy pensando en asegurarme el cuerpo»

Vive intensamente y no sufre de miedos, quizá porque ella se define como una persona «muy consciente»

Era la primera vez que Pilar Rubio participaba en la Land Rover Discovery Challenge y justo la séptima edición ha sido la más extrema. Ella aceptó el reto porque estaba convencida de que hasta el día 10 su pareja, Sergio Ramos, estaría en París jugando la Eurocopa. La noticia de la eliminación y el regreso a casa de la Selección, la pilló en Cantabria mientras bajaba por unos barrancos y subía por unos riscos.

–¿A los siete meses de haber tenido a su segundo hijo, el titular más impactante sería que van a ser familia numerosa?

–No tenemos intención de dar ese titular.

–¿Por qué acepta el reto de hacer la Discovery Challenge?

–Porque no es más arriesgado que los retos que trato de cumplir en «El Hormiguero». Me apetecía la aventura por el desafío de no saber a qué me tendría que enfrentar, ese halo de misterio, el buen rollo que hay y el poder compartir unos días con compañeros que sólo veo en los «photocalls».

–¿Tiene el cuerpo asegurado?

–No, pero le voy a dar una vuelta a eso porque lo cierto es que me juego la vida todos los días.

–¿Dónde le pilló la eliminación de España de la Eurocopa?

–Estaba al volante de un Discovery durante la prueba de conducción 4x4 por los montes de Cantabria. Obviamente fue imposible verlo en directo, pero lo seguí minuto a minuto. Por la radio del coche y por el móvil nos íbamos enterando de lo que pasaba.

–¿Y ante la derrota por 2-0 ante Italia tuvo que dejar de conducir?

–No, aunque sentí una gran tristeza, como todos los españoles. No voy a valorar cómo lo hizo Sergio, pero estaba completamente convencida de que estarían hasta el día 10 en París.

–¿Es como las mujeres de los toreros, que no van a verles?

–No, pero cuando juegan yo suelo estar con los niños. Fuimos a ver a la Selección cuando hacía diez días que no veían a su padre.

–¿Es taurina, como Sergio?

–No, no milito activamente en contra pero no soy taurina.

–¿Volver a casa antes de tiempo les ha trastocado los planes de verano?

–Yo calculaba que estarían más tiempo en París y claro, nos ha variado los planes. La lástima es que haya sido porque les han eliminado de la competición. Nos habría encantado que hubieran ganado.

–¿Cómo eran sus planes?

–Participar en esta edición de la Land Rover Discovery Challenge, trabajar hasta el 10 y marcharnos dos semanitas de vacaciones con los niños porque enseguida Sergio tiene que volver a entrenarse.

–¿Estar en los dos lados del «photocall» confunde?

–No, porque conozco ambos y sé más o menos a qué se juega en cada uno. En general, me gusta más escuchar que hablar porque mi vida ya me la sé. Me gusta conocer gente, aprender y enriquecerme con las experiencias de los demás porque todo es sabiduría.

–¿Qué es lo que más le ha gustado de este reto?

–Me ha flipado conducir el 4x4. Yo tengo uno y no sabía que se podían hacer las barbaridades que hemos hecho por el circuito de tierra. Cuando sorteé la primera pared estaba convencida de que volcábamos. Conduzco desde que tengo 18 años y nunca he tenido ningún accidente, ningún percance, y creo que lo hago bastante bien, pero nunca se me había ocurrido subir paredes o bajar esos barrancos.

–¿En su casa quién se pone al volante?

–Nos alternamos dependiendo del que esté más cansado.

–Tuvo una época rockera y ahora parece ser más Gucci...

–No, no existe ninguna diferencia y nunca ha existido. Desde hace diez años tengo que ir a fiestas, evidentemente no voy con una camiseta de Metallica porque respeto los códigos de vestimenta, que no todo el mundo lo hace. Cuando estoy trabajando me visto acorde a ello, pero en mi vida, cuando voy a un concierto o salgo de marcha, sigo guardando mi estilo y eso seguirá siendo así. Sigo teniendo el alma rockera. No entiendo mi vida sin el rock.

–¿Tiene chupa de cuero y moto?

–Nunca he tenido moto porque me parecen muy peligrosas y, aunque no lo parezca, soy una persona muy consciente.

–¿Qué es lo más peligroso que ha hecho en su vida?

–No me he casado todavía, así que lo más arriesgado fue tirarme en paracaídas. Lo hice hace doce años y no lo volvería a repetir. Está bien vivirlo una vez, aunque no es necesario hacerlo más.

–¿Cómo va su libro?

–Por la segunda edición, pretendo ayudar a las embarazadas que quieran recuperarse tras el parto porque hay poca información sobre ello y se pueden sufrir lesiones para toda la vida.

–Comparta algún truco...

–Hacer ejercicios posturales hipopresivos para fortalecer la faja abdominal, corrigen la columna, afinan la cintura y cierran la diástasis provocada por el embarazo. Estoy mejor ahora que antes de los embarazos porque hago ejercicio y sé lo importante que es comer bien. Puedo decir que me siento mejor que hace cuatro años.

–¿Cuántas veces hace gimnasia al día y en qué momento?

–Una vez, por la mañana, antes de desayunar. Me levanto, me tomo un zumo de naranja o de la fruta fresca que encuentre y a las siete y media entreno, luego desayuno bien.

–¿Qué es lo primero que mete en su maleta?

–Siempre llevo dos bandas elásticas y con eso hago un montón de los ejercicios de mi tabla. Cuestan 5 euros y no ocupan espacio.

–Sergio y usted tienen muchos tatuajes, ¿se han sellado en el cuerpo su amor en vez de en el Juzgado?

–Lo de los papeles es un tema burocrático que no va a ningún sitio. Yo no lo haría por tener unos papeles, si lo hiciera sería por amor.