Valencia
Postureo máximo
No sé quien dijo que no hay nada más peligroso en política que sustituir las ideas por las emociones y esto es lo que pretende hacer Podemos. Quieren hacer de la política española un «happiness» continuo, una burla de las instituciones sin querer tener en cuenta que representan a todos los españoles que les han votado y a los que no, que las formas en todos los actos de nuestra vida son importantes. No se puede utilizar a un bebé de seis meses para hacer postureo y espectáculo con proclamas sociales, pasándoselo de brazo en brazo como si fuese una pelota. El niño es una preciosidad y tiene una resistencia y carácter envidiables por aguantar ese baqueteo por toda la bancada podemita. Si hubiese podido hablar, seguro que le habría dicho a su madre «¿por qué no me dejáis en paz?» No creo que la Cámara de Diputados sea un lugar adecuado para un bebé ni tampoco para que su madre le dé de mamar en un acto de reivindicación. La madre de este niño, Carolina Bescansa, debería tener más respeto por su hijo y por ella misma,y preservarlo de ser devorado por los flashes y el sobeteo de los compis de su mamá. Evitando esos numeritos innecesarios, cuando todos sabemos que había ido con su niñera, que se quedó fuera del hemiciclo, para hacer el teatro de la pobre madre que no tiene con quien dejar a su hijo. En el Congreso hay una estupenda guardería, además la señora con su sueldo podría contratar hasta a una nanny inglesa. Pero ella utilizó al precioso Diego como objeto propagandístico, sin ningún pudor ni respeto, con una burda estrategia de comunicación del partido, el cual machaconamente repite que el Parlamento tiene que parecerse a la gente. Pero, ¿a qué gente? Porque hay unos códigos de conducta y comportamiento que seguimos la mayoría de la personas y, desde luego, no son los de Podemos. A mí no me representan. Me avergüenza ver a ese diputado con rastas y pinta de no haberse lavado ni cambiado de ropa en varios días. Necesitamos con urgencia un pacto de Estado entre PP, PSOE y Ciudadanos que nos dé confianza y estabilidad política. Nos esperan tiempos de postureo máximo de este nuevo grupo parlamentario que, a falta de discurso, nos ofrece espectáculo.
Dejemos a Diego descansar y estar donde tiene que estar: rodeado de niños.
Lo mejor de mi semana fue el concierto que ofreció Francisco en el Teatro Monumental de Madrid, con la banda de música de Manises y más de doscientos músicos y coro en escena. Su voz prodigiosa nos hizo pasar dos horas entusiasmados con preciosos fragmentos de zarzuela y un repertorio muy variado que culminó con el maravilloso Himno de Valencia, compuesto por el maestro Serrano y con una emotiva letra: «Para ofrendar nuevas glorias, a España nuestra región supo luchar...» Y qué quieren que les diga, oír esto en los tiempos sin arraigo ni orgullo de nación que nos está tocando vivir es emocionante. Valencia siempre leal, fiel a España; esa Comunidad esencia del Mediterráneo, su luz única, el arte de sus gentes que nos ofrecen esa maravilla que son las Fallas, con pintores de la talla de Sorolla, Segrelles, Muñoz Degrain, con magníficas bandas de música en cada uno de sus pueblos y escultores magníficos, entre los que destaca Mariano Benlliure, nos hacen sentir orgullo de esa región.
Otro espectáculo que nunca me pierdo son los Globos de Oro. Disfruto con los estilismos y maquillajes impecables. Mi favorito, el Dior de Jennifer Lawrence y su magnífico collar. Hoy volveré a mi costumbre de morritos rojos y tacones para una cena «Tête à Tête» en la que quiero estar muy seductora...
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