Casas reales
Preocupación por el estado de salud de la reina Isabel y su marido
Ambos padecen un «grave resfriado» que les ha obligado a retrasar sus vacaciones navideñas, según informa Buckingham Palace
Ambos padecen un «grave resfriado» que les ha obligado a retrasar sus vacaciones navideñas, según informa Buckingham Palace
Después de que ayer se anunciara que la monarca más longeva de la historia británica renunciaba a 25 cargos honoríficos para «compartir trabajo con su familia», hoy Buckingham Palace confirma que tanto Isabel II como su marido, el duque de Edimburgo, han pospuesto su escapada navideña a Sandringham debido al «grave resfriado» que padecen.
La reina, de 90 años, tenía previsto tomar un tren a las 10:44 horas de esta mañana desde Londres hasta la estación de King's Lynn, en Norfolk, al este de Inglaterra, donde se ubica la residencia de Sandrigham, en la que como es habitual permanece desde Navidad hasta ya entrado el mes de febrero. Para la hora prevista de salida ya se había desplegado el dispositivo de seguridad correspondiente, aunque en el último momento los agentes recibieron órdenes de retirarse, según publica el diario británico «Daily Mail».
La ausencia del matrimonio real en la esperada cita dio pie a todo tipo de especulaciones, por lo que pasado el mediodía la casa real emitía un comunicado en el que explicaba que tanto la reina como su marido «tienen un grave resfriado, por lo que han decidido no desplazarse hoy a Sandringham». No obstante, aún se espera que lleguen a tiempo para no faltar a su tradicional estancia navideña en Sandringham House, una casa de campo enmarcada en un terreno de más de 30 kilómetros cuadrados, ubicado en las inmediaciones del pueblo homónimo y que ya era ocupado por la familia real británica desde la época de Isabel I, en el siglo XVI.
Pese a la noticia de que delegará parte de sus responsabilidades honoríficas en su familia, nada hacía sospechar que la reina estuviera enferma hoy, pues ayer celebró con normalidad su tradicional almuerzo prenavideño, en el que cada año se reúne con sus familiares más lejanos, quienes no asisten a la comida del día 25 en Sandringham.
En 2013 los problemas de salud también obligaron a Isabel II a cancelar una visita oficial a Roma, tras permanecer ingresada en el hospital debido a una gastroenteritis. Por su parte, el duque de Edimburgo, de 95 años, bromeaba el mes pasado sobre su buen estado de salud a las puertas de un centro de investigación biomédica londinense que visitó junto a la reina y donde preguntó a un experto en gripe: «¿Cómo es que no me he resfriado en los últimos 40 años?»
No han sido pocas las ocasiones en las que se ha especulado sobre el estado de salud de Isabel II, como en junio del año pasado, cuando su visita a un centro hospitalario hizo saltar las alarmas y obligó a la casa real a explicar que se trataba de una revisión rutinaria. Pero, a pesar de su avanzada edad, la nonagenaria sigue demostrando que aún se encuentra en forma para afrontar la agenda real, por lo que prefiere llamar «cambio gradual» a su decisión de delegar su patronato de 25 organizaciones en otros miembros de la familia real, pues seguirá ostentando la titularidad de otras 600 organizaciones.Sigue así los pasos de su consorte, que también renunció a varios patronatos en 2011, cuando alcanzó los 90 años.
Transición hacia su hijo
Sin embargo, varios medios británicos han interpretado este hecho como un paso de Isabel II en la transición hacía su hijo, el príncipe Carlos, quien en los últimos años ha visto crecer su protagonismo al hacerse cargo de parte de la agenda de su madre, como en 2014, cuando presidió en su nombre una importante ceremonia de los caballeros de la Orden de Bath en la Abadía de Westminster, ausencia que desde Buckingham Palace alegaron a una «descongestión de la agenda de su majestad». Además, a comienzos de ese mismo año la casa real anunciaba que «los gabinetes de prensa de la reina y del príncipe Carlos se fusionaban como símbolo de preparación para cuando el príncipe Carlos sea rey».
La propia Isabel II es consciente de su edad y, por ello, no duda en solicitar los medios necesarios para poder seguir cumpliendo con sus actos públicos. Así, este año se instalaron barandillas para que ella y su consorte pudieran acceder sin problemas al interior de la catedral de St. Paul, donde se celebró un acto por su 90 aniversario.
El próximo 21 de abril cumplirá 91, habiendo ya superado los años de reinado de su tatarabuela, la reina Victoria, que estuvo en el trono 63. Así, la jefa de estado del Reino Unido seguirá siendo la monarca más longeva del mundo, aunque no la que más tiempo lleva en el poder, ya que el recientemente fallecido rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, reinó durante siete décadas.
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