Sánchez, de concierto «indie» en el FIB

El presidente del gobierno acudió con su mujer, Begoña Gómez, a la actuación de The killers en Benicássim, tras una breve reunión con Ximo Puig

Noche de jarana, día de resaca. La que sufrió en el día de ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cual persistente dolor de cabeza a medida que arreciaban las críticas tras asistir la noche del viernes a disfrutar del concierto de The Killers en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB, que se celebra del 19 al 22 de julio) acompañado de su mujer, Begoña Gómez.

Asiduo como un «fber» más a los conciertos «indies» de la cita castellonense –ha asistido en varias ocasiones, la última en 2016–, la diferencia estriba este año en que Sánchez voló a la Comunidad Valenciana como presidente del Gobierno para una reunión informal
–según figuraba en su agenda– con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la alcaldesa de la ciudad.

Después de aterrizar en el aeropuerto de Castellón, Sánchez llegó a las 17.20 horas al Ayuntamiento de la localidad, donde firmó en el libro de honor y se reunió brevemente con la socialista Amparo Marco. Tras esta visita, recorrió a pie junto a Puig algunas calles del centro de la ciudad hasta llegar a la Casa dels Caragols, sede del Gobierno valenciano en Castellón, donde ambos presidentes mantuvieron un encuentro de algo menos de una hora. Ahí terminaron sus quehaceres político oficiales, lo siguiente fue lo que auguraban las malas lenguas y con acierto: que la entrevista con Ximo Puig acercaría al presidente del Gobierno al FIB. Y así fue.

Alrededor de las diez y media de la noche apareció en el festival junto a su esposa, Begoña Gómez, y la diputada socialista en el Congreso Susana Ros, con la que también acudió al FIB hace dos veranos. Los tres se situaron en un palco VIP lateral para presenciar la actuación de la denominada banda «llena estadios» capitaneada por Brandon Flowers, que también es del gusto de la Reina Letizia, que acudió al FIB en 2013 a disfrutar con The Killers. Los asistentes de las primeras filas corearon su nombre hasta conseguir el saludo del presidente. Ese fue el lado amable de la noche, lo agrio llegó pocos minutos después desde las redes sociales, donde la indignación iba creciendo a medida que su presencia en el FIB se iba haciendo «vox populi». «En un ejemplo más de su original interpretación de la austeridad, Sánchez viaja en avión oficial al festival de Benicàssim para asistir al concierto de The Killers y lo intenta maquillar con un breve encuentro con Ximo Puig. Este es el nivel», publicaba @Trunchy. Entre otras críticas, @ricorellana escribía: «Y usando el avión oficial. Qué vergüenza. Cuánto nos ha costado su concierto, sr. Sánchez? Si esto lo hace Rajoy, le crucifican».

Siguiendo la estela de The Killers, el presidente del Gobierno es un apasionado de la música independiente tanto internacional –Arcade Fire o Muse–, como nacional, entre los que destaca su gusto por los icónicos Los Planetas, La Habitación Roja, Love of Lesbian, Supersubmarina, Vetusta Morla, Lori Meyers, León Benavente o Izal. Entre sus preferencias musicales se encuentra también los electrónicos The Chemical Brothers, las bandas de rock The Black Keys, Kings of Leon o Mumford & Sons, y otros como Bruce Springsteen y Miguel Bosé. En cuanto al atuendo para asistir al festival, si en otras ocasiones Sánchez optó una vestimenta más «grunge» –camisetas, vaqueros y alpargatas– está vez optó por camisa azul, vaqueros y unos botines de ante marinos. Más arreglado, aunque informal.