Shakira, una retirada que podría acabar en el quirófano

Boicot a sus conciertos, pérdida de ingresos por publicidad, ensayos agotadores y, además, está presuntamente implicada en los «papeles del paraíso». La cantante vive un «annus horribilis» que le ha pasado factura a su salud, retrasando así una gira que podría mermar las buenas sintonías con su único patrocinador.

«Cada día me voy a dormir a las dos de la mañana. Descanso poco y trabajo mucho. Además, ahora debo repartirme entre mi trabajo y mis hijos, y mi familia, y Gerard... y a veces me siento como un malabarista luchando para que no se me caigan las manzanas. En este momento no puedo ver más allá porque lo que tengo enfrente es una montaña gigante que debo escalar, que es esta gira», decía Shakira a finales de septiembre en unas declaraciones que parecían presagiar lo que mes y medio después ha ocurrido: la cancelación temporal de «El Dorado World Tour», una gira que significaba su vuelta a los escenarios tras seis años retirada. La expectación por su regreso era máxima y la cantante era consciente de ello. Tanto, que los ensayos los últimos meses han sido extenuantes. Este ritmo la ha llevado a una situación límite que ha terminado por afectar gravemente a su instrumento más preciado: la voz. Así, tras anunciar la semana pasada la cancelación de sus actuaciones en Alemania, Francia y Bélgica, finalmente se ha visto obligada a aplazar el resto de conciertos.

El motivo oficial, según explicó la cantante en un comunicado emitido el pasado martes, es «una hemorragia en mi cuerda vocal derecha». Una dolencia que, según Fernando García Escudero, director de VocalCoach2.0 y especialista en patologías y rehabilitación de la voz, justifica el retraso de su gira, ya que «la incapacita por completo». A su juicio, la sobrecarga a la que ha sometido su voz durante los ensayos ha sido clave al respecto, pero también «un fallo grave de técnica vocal». Así, explica que la colombiana presenta dos hándicaps. «El primero es que canta bailando, lo que le exige un control respiratorio y un apoyo diafragmático importantes». El segundo estaría relacionado con una falta de «consciencia fonológica», es decir, «no sabe dónde tiene que resonar su voz». De este modo, «cuando aumenta la intensidad de la misma, en vez de emplear mayor flujo de aire, la genera por tensión. Utiliza muy poco la apertura mandibular y, en cambio, abusa de la constricción a través de la base de la lengua», añade. La unión de estos factores, argumenta García, concurren en disfonías pasajeras pero que «pueden desembocar en un trauma vocal». Así, la intérprete tendrá que pulirse si no quiere sufrir recaídas. «Lo primero que tendrá que hacer es reposo vocal para empezar el tratamiento lo antes posible. El otorrino tratará la dolencia con fármacos y, una vez cortada la hemorragia, estudiará si es necesario operar o si, por el contrario, es suficiente con trabajo de técnica vocal», considera el especialista. «En caso de intervención, se seguiría el “método sándwich”: primero se haría rehabilitación vocal, luego la operación y, por último, de nuevo rehabilitación. El tiempo puede oscilar, como mínimo, entre dos y tres meses», concluye. Sin embargo, detrás de la causa orgánica también está el factor emocional: «La laringe es un esfínter y, como tal, tiene una función protectora. El estrés, la incertidumbre, la ansiedad, tienden a que se cierre, facilitando el modo esfinteriano; al cerrarse crea tensión y afecta en última instancia a las cuerdas vocales», apostilla García.

Y es que, a juzgar por las palabras de Shakira, que en su comunicado admite que «me encuentro en una batalla muy dura», la artista no vive su mejor momento. De hecho, se habla de su «annus horribilis», que empezó desde que Piqué, defendiera públicamente el referéndum ilegal de Cataluña y criticase a las fuerzas de seguridad del Estado. Una postura que ha afectado a la imagen de la barranquillera.

La gira que acaba de posponer contaba con un único, aunque potente, patrocinador, el gigante japonés Rakuten, también «sponsor» principal de la camiseta del Barça y a cuyo presidente le une una estrecha amistad con Piqué, que no solo habría hecho de intermediario entre el magnate y su club, sino también entre aquél y su pareja. Ahora esa buena sintonía podría mermarse: «Como todo artista, Shakira y su promotora contarán con un seguro que les cubra las pérdidas ocasionadas por la cancelación, que pueden ser millonarias», aseguran a este diario especialistas del sector discográfico. «Los peores parados suelen ser los patrocinadores, ya que el seguro no responde ante ellos».

Live Nation, promotora del tour, asegura a LA RAZÓN que «no se trata de una cancelación, sino de un aplazamiento», y desmienten que una presunta campaña de desprestigio haya sido el motivo, pues «la gira estaba totalmente “sold out”». «Hay mucho “hater” (“odiadores”), pero aquí no hay juego que valga, hay bastante dinero de por medio».