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Terelu Campos: «A mi hija la despixelo yo»

La tertuliana se adelantó a los paparazzi, que esperaban los 18 años de Alejandra Rubio, y sacó provecho de una exclusiva.

Alejandra Rubio y su madre mantienen una estrecha relación y comparten el afán por ayudar a los más desfavorecidos
Alejandra Rubio y su madre mantienen una estrecha relación y comparten el afán por ayudar a los más desfavorecidoslarazon

La tertuliana se adelantó a los paparazzi, que esperaban los 18 años de Alejandra Rubio, y sacó provecho de una exclusiva.

Terelu Campos se ha adelantado a todos esos paparazzi que esperan al 24 de marzo para fotografiar a su hija Alejandra en el día de su 18 cumpleaños. Y no le ha importado aparecer con la adolescente a cara descubierta en un amplio reportaje en la portada de la revista del saludo semana y media antes de que se produzca esa mayoría de edad. Una persona cercana a la tertuliana de «Sálvame» nos desvela que Terelu hizo un comentario jocoso que explica claramente el por qué de esa decisión: «A Alejandra la despixelo yo y nos llevamos el dinero de la exclusiva». No se ha hecho pública la cantidad cobrada por la hija y la nieta de María Teresa Campos, pero se estima que podría superar los cuarenta mil euros. Buena parte de ese monto servirá a Terelu para hacer frente a sus problemas con Hacienda y el resto para pagar la carrera de Diseño y Moda de su única hija.

Pero hay que recordar que no es la primera vez que Alejandra aparece a cara descubierta en la revista de cabecera de su madre. Su debut fue el en número del 25 de diciembre de 2013, en el que aparecía junto a Terelu y su abuela como segundo tema de la portada. En aquel momento, a la tertuliana tampoco le importó descubrir públicamente el rostro de la entonces niña, suponemos que previo cobro de una buena exclusiva. Según parece, tanto en aquella ocasión como en la actual habría pedido permiso al padre de Alejandra, Alejandro Rubio, para posar con la hija de ambos. Rubio no es un hombre al que le guste la notoriedad; de hecho, no es personaje de revista ni quiere serlo, pero su ex mujer sabe convencerle porque tienen una relación estupenda a pesar de su ruptura.

Complicidad con su madre

Alejandra Rubio Borrego es una chica estudiosa a la que le gusta mucho el mundo de la moda. Acorde con esa afición ha diseñado vestidos y trajes para su madre y su abuela en los últimos años. Le gusta salir con sus amigas por la noche y celebra fiestas en el amplísimo ático de su progenitora en la Avenida de Europa de Aravaca-Pozuelo. De hecho, la relación entre las dos es tan cómplice que no le importa que su mediática mamá se apunte a esas juergas de adolescentes. Por otra parte, apenas se le han conocido relaciones sentimentales,. La única es la que, dicen, mantiene con un conocido DJ, apodado Lobo, que trabaja en la sala Gabana, donde la semana próxima celebrará su cumpleaños. Una fiesta tan multitudinaria, pero más refinada, que la que regaló Belén Esteban a su hija Andrea cuando celebró su mayoría de edad.

Curiosamente, hace unos meses Terelu nos dijo que «prefiero que mi hija sea como Andreíta antes que como Chabelita». Evidentemente, Alejandra no tiene nada que ver con la hija adoptiva de Isabel Pantoja, son como la noche y el día. Mientras la primera ha intentado mantener un nivel de discreción a lo largo de su vida, la segunda se ha convertido en foco de atención de los paparazzi desde que cumplió los 18.

Estudios en Inglaterra

Desde el entorno de las Campos dejan entrever que Alejandra podría estudiar fuera de España la carrera, seguramente en Inglaterra. Entre otros motivos, para, al igual que ha conseguido Andrea Janeiro Esteban, alejarse de los periodistas y llevar una vida lo más tranquila posible. Paradójicamente, a Alejandra le encanta la fotografía, y en sus redes sociales cuelga imágenes muy artísticas relacionadas con su quehacer diario. Es una joven muy independiente y no se deja dominar por nadie. En su Instagram pueden leerse frases del talante de «El error más grande es dejar que alguien se quede en tu vida mucho más tiempo del que se merece», «A la mierda lo esperable», «Somos de quien no nos cambia, pero nos mejora», «Cara de ángel, cuerpo de diabla» o Hhuye del que te diga cómo vivir».

Alejandra comparte con su progenitora el afán por ayudar a los más desfavorecidos y embarcarse en causas solidarias. Lo pasó muy mal cuando a su madre le detectaron un cáncer y fue su mayor apoyo en aquellos malos momentos. Es muy madura y tiene las ideas bastante claras. Pero también tiene su parcela de rebeldía. En la entrevista publicada el pasado miércoles en «¡Hola!» deja muy claro que «voy a seguir haciendo mi vida normal, espero que no cambie nada a partir de ahora», dando a entender claramente que no quiere convertirse en un personaje público como su abuela, su tía Carmen y su madre.