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«Ripper Street»: Un Sherlock sin la firma de Doyle

«Ripper Street»: Un Sherlock sin la firma de Doyle
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La televisión es el lugar ideal para hacer posible el dicho de «en la variedad está el gusto», especialmente si nos centramos en el género del drama policial. Porque las apasionantes vidas de los agentes de turno pueden ser más que un procedimental ambientado en Nueva York en el que los casos se suceden. Pueden ser, por ejemplo, un interesante drama de finales del siglo XIX. Y hacer las delicias de aquellos que además de disfrutar de los misterios propios del adjetivo policial, saben apreciar historias personales y valoran la presencia que los hechos históricos tienen en la trama. Como sucede con «Ripper Street».

La serie arranca en 1889 y sitúa al espectador en el londinense barrio de Whitechapel, un lugar en el que más de sesenta mil almas conviven entre la pobreza, la violencia y la suciedad que impregna las calles. Seis meses después del último asesinato de Jack El Destripador, y a pesar de no haber sido capaz de atraparlo, el inspector Edmund Reid continúa trabajando sin descanso para hacer frente a la escoria humana presente en el barrio. Para ello cuenta con la ayuda del detective Drake, un fiel amigo dispuesto a todo para resolver un caso, y el cirujano norteamericano Homer Jackson, una ayuda crucial para aclarar muchos de los misterios a los que se enfrentan.

Cuando el trabajo lo permite, los tres investigadores deben hacer frente a sus dramas personales. Reid lucha por superar la trágica desaparición de su hija pequeña, una situación que le pasará factura en su relación con su mujer Emily. Mientras que él es incapaz de pasar página, ella trata de centrarse en otras actividades que llenen el vacío dejado por la pequeña. Por su parte, el detective Drake trata de encontrar una mujer con la que compartir el resto de su vida. A pesar de su amor por la joven Rose, una prostituta que trabaja en el negocio de Long Susan, la mujer de Jackson, sus miedos le impiden declararse. Y el cirujano compaginará su labor con su vida en el burdel, un lugar más relacionado con su trabajo de lo que a él y a su esposa le gustaría.

En sus tres temporadas, además de ofrecer al espectador casos interesantes en los que la ciencia y la medicina de la época juegan un papel muy importante, «Ripper Street» se ha preocupado por incluir en sus tramas acontecimientos históricos de la ciudad de Londres. Así hemos podido conocer los escándalos de la calle Cleveland, la guerra de las corrientes librada por Edison y Westhinghouse o la recesión sufrida en 1890. Pero en la serie también queda patente la miseria y la desesperación de las clases más bajas de la época, el machismo que sufrían las mujeres o el poder de los convencionalismos.

El inglés Matthew MacFayden interpreta al atormentado inspector Reid y Jerome Flynn, Bronn en «Juego de Tronos», hace lo propio con el detective Drake. El trío lo completa el norteamericano Adam Rothenberg en el papel del cirujano Jackson. Tras su cancelación al finalizar la segunda temporada, «Ripper Street» fue rescatada por Amazon, que ya ha confirmado que habrá dos temporadas más. Gran noticia para los amantes de las buenas producciones históricas en las que la acción y el misterio están asegurados por el buen hacer de todas las partes.

- Lo mejor

Que Amazon se diese cuenta de que es una producción que merece la pena, tanto por sus guiones como por sus personajes y su cuidada ambientación. Y que no se haya conformado con darle una temporada, y tendremoshistorias de Whitechapel, Reidy Drake para rato.

- Lo peor

El trabajo de MacFayden es más que correcto, pero las inquietudes y anhelos de su personaje pueden ser demasiado dramáticos. No desentona con la serie, aunque a veces se recrea en su dolor. La intensidad con la que el inspector Reid vive su propio drama y su particular y refinada forma de ver la vida, que a veces pueden resultar un poco cargantes.